Estudio Bíblico

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Esforzados en la gracia.



LA NECESIDAD DE ESFORZARNOS EN CRISTO.



2 Tim 2:1-6. Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente.
El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero.

Comentarios.
Pablo, el apóstol de la gracia, le dice a Timoteo, su discípulo, que se esfuerce en la gracia.
¿Pero si estamos en la gracia, no significa que todo lo que vamos a recibir de Dios es gratis, no tenemos que hacer nada por ello y solo recibirlo?
En la actualidad, la posición de algunos cristianos al respecto ha sido precisamente esa, la de pedirle a Dios sus bendiciones y sentarse a esperar que El lo haga todo, producto de una mala interpretación de Mat 7:7: “pedid y se os dará”.
Pero ese pasaje no dice solamente eso. El pasaje completo dice que si pedimos, recibiremos; si buscamos, hallaremos; y si tocamos, se nos abrirá. Es un solo pasaje.
Ello quiere decir que pido, recibo, como consecuencia de ello, busco y encuentro, y finalmente, derribo todos los obstáculos que se interponen entre yo y mi respuesta para tomar posesión de lo que Dios me ha entregado.
Asi como la gracia no es libertinaje, tampoco es haraganería, conformismo, negligencia, irresponsabilidad, etc. Es acción, porque la fe sin obras es muerta.
Lo que implica la gracia es que todo lo que recibimos no lo merecemos (fuimos enemigos de Dios, hijos del diablo, que merecíamos el infierno), que por la muerte de Cristo, por su Gracia, las puertas se nos abrieron para recibir bendiciones, respuestas, etc., por lo cual podemos ir a traerlas, porque ya Cristo pagó el precio por ellas (Efe 1.3), pero hay que ir a traerlas, hay que batallarlas, porque el enemigo de nuestras almas sigue activo estorbando que esas bendiciones lleguen a nuestra vida.
Por ello necesitamos renovar nuestros pensamientos con la Palabra de Dios, orar, diezmar, trabajar arduamente, la armadura de Dios, evaluar el costo de seguir a Cristo, esforzarnos.
El Reino de los cielos no es para haraganes, negligentes, pusilánimes, irresponsables, mediocres. Es para valientes, esforzados, diligentes, dispuestos a pagar el precio. Solo ellos arrebatan el Reino (Mat 11:12).
Por ello Pablo le dice a Timoteo que se esfuerce, pero no con cualquier esfuerzo, con el esfuerzo del soldado, el atleta y el labrador.
El soldado debe pasar un tiempo en entrenamiento intensivo, y posteriormente, seguir entrenándose todos los días, y perfeccionando sus conocimientos en la práctica diaria. Un soldado no es soldado solo de domingo, sino soldado 24 horas al día, todos los días de todas las semanas.
El soldado sufre penalidades, pero no se da por vencido, sigue adelante, esforzándose más.
El atleta, para poder mejorar su marca persona, a veces tiene que entrenar durante días, semanas y meses, para poder rebajar un segundo a su marca en la distancia que se entrena.
El labrador, para participar de los frutos, necesita preparar la tierra, ararla, abonarla, sembrar la semilla, cuidar que no surjan yerbas malas, regarla, limpiar el terreno, y todo ello, sin ni siquiera ver surgir la planta, hasta que por fin surge, pero todavía tiene que esperar mucho tiempo para que la planta que ve produzca fruto, y todo ello, regado con el sudor de su frente.
Y todo ello es lo que nos dice Pablo en este pasaje: necesitamos esforzarnos en Cristo.
Y nuestro primer esfuerzo está dirigido a buscar Su rostro (oración) y a buscar su instrucción y Su Palabra (Sal 1:1-3, 3 Jn 2), a servirle a El y a nuestros semejantes (Mar 10:42-45).


2 Tim 2:15. Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.
Mat 11:12. Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.
Ose 4:6. Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.
Mat 22:29. Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios.
Mar 12:24. Entonces respondiendo Jesús, les dijo: ¿No erráis por esto, porque ignoráis las Escrituras, y el poder de Dios?
Efe 1:17-19. para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza,
Jos 1:1-9. Aconteció después de la muerte de Moisés siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo: Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie. Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Eufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro territorio. Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé. Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.



LA PROSPERIDAD (LA VIDA ABUNDANTE, EL ESTADO DE BIENESTAR, EL SHALOM) EN CRISTO AQUÍ EN LA TIERRA NO ES AUTOMÁTICA. DEPENDE DE NUESTRO ESFUERZO.

Jos 1:7-8. Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
Sal 1:1-3. Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche.
Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará.
3 Jn 2. Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.
Rom 12:2. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.




23 Mar 2009
Referencia: Discipulado.