Estudio Bíblico

Inicio > Estudio

Nunca solos: nunca te dejaré ni te desampararé.



Hay momentos en nuestro caminar con el Señor que puede parecer que Él está distante, que se ha alejado de nosotros, e incluso que nos ha cerrado la puerta.
• Cuando mencionamos ese alejamiento no nos estamos refiriendo a cuando hemos pecado y no nos hemos arrepentido delante del Señor.
• El pecado si nos puede desvincular de Dios, nuestro Padre, como también cuando tenemos conflictos no resueltos con los demás (Mat_5:23-24).
• Tampoco estamos hablando del alejamiento que provocamos nosotros cuando nos alejamos de él por afanarnos y/o obsesionarnos o ser seducidos por nuestras ocupaciones, la amistad con el mundo, los afanes de la vida, etc.

• En esos momentos, cuando estamos bien con el Señor pero no percibimos Su Presencia, no nos es fácil adorar a Dios, sentimos que nuestra adoración rebota en el techo o no tiene ningún resultado absolutamente.
• Sin embargo necesitamos entender algunas cosas:
• Dios, nuestro Padre nunca está distante de nosotros (Isa_49:16), nunca se aleja (Jos_1:5, Heb_13:5) nunca nos cierra la puerta (Heb_4:16).
• El grado de adoración más profundo implica alabar a Dios a pesar del dolor, agradecerle durante una prueba, confiar en él durante la tentación, aceptar el sufrimiento y amarlo aunque parezca distante (Hab_3:17-18).
• Para madurar en nuestro amor hacia Él, Dios lo pondrá a prueba con períodos de aparente separación, momentos en que sentiremos que nos abandonó o nos olvidó.
• David, un varón conforme al corazón de Dios, a pesar de ello, en algunos momentos experimentó esa aparente separación (Sal_10:1, Sal_22:1, Sal_43:2).
• Job, durante una buena parte de su prueba no podía experimentar la presencia de Dios.
• Aún Jesús, cuando estaba en la Cruz experimentó ese aparente alejamiento (Mat_27:46).
• Dios nos ha prometido que nunca nos dejará ni nos desamparará, pero no nos ha prometido que siempre sentiremos Su Presencia.
• Su Presencia con nosotros y en nosotros no es una cuestión de sentimientos, es una realidad que necesitamos vivir por fe siempre, principalmente en los momentos en que no la sentimos.
• Dios, nuestro Padre, reconoce que algunas veces, y durante breves períodos de tiempo, oculta Su Rostro de nosotros (Isa_45:15).
• Es una parte normal de la prueba y la maduración de nuestro amor hacia Él.

El error más común de muchos creyentes es que están buscando una experiencia emocional más que a Dios, más que una vida de fe.
• Buscan un sentimiento, una emoción, y si lo encuentran concluyen que han adorado, y si no lo encuentran, concluyen en lo contrario.
• La adoración no es un sentimiento ni depende de un sentimieto, es un estilo de vida, una vida por fe, una decisión de vivir por fe.
• En realidad en el proceso de madurar, Dios suele retirar nuestros sentimientos para que no dependamos de ellos. La Palabra nos enseña que el justo vivirá por la fe, no por los sentimientos (Rom_1:17 Gal_3:11).
• Cuando recién nos convertimos, Dios se hace presente a través de nuestras emociones y contesta nuestras oraciones inmaduras y egocéntricas para que confirmemos Su Existencia y Su Presencia con nosotros.
• Pero a medida que crecemos en la fe, nos aparta de la dependencia a esas cosas.

La Omnipresencia de Dios y la manifestación de Su Presencia son dos cosas distintas.
• Su Omnipresencia es un hecho.
• Su Presencia es una experiencia, una manifestación y/o un sentimiento.
• El Padre siempre está presente aunque no estemos conscientes de ello.
• Su Presencia es demasiado profunda como para medirla solo por meras emociones y/o experiencias.

¿Como adorar al Padre aunque no sintamos Su Presencia?
• Contándole realmente como nos sentimos.
• Dios puede encargarse, y de hecho lo hace, de nuestras dudas, enojo, temor, dolor, confusión y las preguntas que tengamos.
• Reconocer esas cosas delante de Él, que además ya las conoce porque conoce nuestro corazón más que nosotros mismos (1Sa_16:7) y nuestros pensamientos antes de que los manifestemos (Sal_139:4), puede ser una manifestación de fe:
• Creemos en Dios.
• Creemos que Dios escucha nuestras oraciones.
• Creemos que Dios nos permite decir lo que sentimos y nos seguirá amando.
• Concentrándonos en Él, en Su Naturaleza Inmutable, en todas Sus Cualidades y Características. Él es:
• Amor, Bueno, Santo, Justo, Misericordioso, Verdadero, Gracia, Favor, Perfecto.
• Todopoderoso, Omnisciente, Omnipresente, Eterno, Infinito.
• Grande en Misericordia, conoce todos los detalles de nuestra vida, tiene el control perfecto de toda ella sin faltar ningún aspecto ni circunstancia, y tiene un plan para nuestra vida.
• Nos ama con amor eterno, nos ha salvado, nos ha dado vida eterna ya, y viviremos con Él en la Eternidad.
• Confiar plenamente en Él y en lo que nos dice en Su Palabra.
• Independizarnos de depender de nuestras emociones y depender paciente y confiadamente en lo que dice Su Palabra.
• Reconocer que nos está conduciendo a un grado mayor de amor para con Él.
• Reconocer que Su Carácter y Su relación con nosotros no cambia conforme a las circunstancias, es inmutable.
• Saber con toda certeza que la Gracia de Dios es infinita para con nosotros y que mantiene toda su intensidad para con nosotros (las riquezas de Su Gracia, Efe_1.7, Efe_2:7).
• Recordar todo lo que Dios ha hecho por nosotros (Sal_103:1-2).
• Él lo seguirá haciendo por siempre para con nosotros porque Él no cambia (Mal_3:6)(Sal_23:4-6).
• Lo que Jesús hizo por nosotros en la Cruz sería un motivo más que suficiente para adorarlo por siempre, cuanto más por todo lo que además de salvarnos, perdonar nuestros pecados y llevarnos a la Eternidad ha hecho, está haciendo y hará por nosotros.
• Recordar el precio tan grande que Él pagó por nosotros en Cristo (Isa_53:1-12).

10 Oct 2023