Aprendiendo a escuchar la voz del Padre (3a. parte).
Isa_50:4-5. Cuatro claves para escuchar Su Voz:
• Oración por la mañana.
• El Padre despertaba su oído cada mañana.
• Si Él no es lo primero en nuestros pensamientos y esfuerzos por la mañana, estará en el último lugar el resto del día (Sal_59:16, Sal_65:8).
• Esperar con expectativa que el Padre nos hable.
• Se levantaba todas las mañanas esperando oírlo.
• Le pedía al Señor que despertara su oído para escuchar.
• Nuestras expectativas enmarcan nuestras experiencias (Mat_9:29).
• Escuchar Su Voz y prepararnos para ser instruídos.
• Adoptaba la postura de un estudiante ansioso y dispuesto a aprender de Su Maestro favorito (2Cr_20:20, Job_34:32, Sal_25:4-5).
• El Padre nos habla para informarnos, educarnos y transformarnos.
• ¿Por qué habría Él de hablarnos si no estamos preparados para escuchar y para aprender?
• Hay una gran diferencia entre oír y escuchar (Mat_11:15, Mat_13:9).
• El problema usualmente es que oímos, pero no escuchamos (Apo_2:11, Apo_2:17, Apo_2:29, etc.).
• Escuchar implica inclinar nuestro oído para prestar atención y así poder recordar el mensaje (Isa_55:3).
• Necesitamos estar dispuestos a permanecer en Su Presencia hasta que Él nos hable.
• Cuando escuchemos Su Voz, obedezcámosle (Luc_11:28, Job_5:27).
• Si no tenemos la disposición de obedecerle (en última instancia, el objetivo fundamental de Su Voz, Jua_10:27), eventualmente dejará de hablarnos.
Otras formas usuales en que Dios puede hablarnos (puede ser en formas infinitas), las más frecuentes:
• Su Voz (1Re_19:12, Jua_10:2-5, Jua_10:27).
• Visiones, imágenes e imágenes mentales (Gen_46:2, Hch_2:17, Hch_11:5, Hch_18:9, Jer_1:11-16).
• Sueños (1Re_3:5, Mat_1:20).
• Ángeles (Gen_31:11, Luc_1:19, Heb_1:4, Heb_13:2).
• Profetas, autoridades, mentores y consejeros (2Cr_20:20, Hch_11:28, Hch_21:10, Pro_11:14, Pro_15.22).
• La creación y la naturaleza (Sal_8:3-6, Rom_1:20).
• Ejemplos comunes e ilustraciones (Hch_21_10:11, Mar_11:12-13, Jer_13:1-11).
• Advertencias internas (Mat_2:22, Heb_11:7, Heb_12:25).
• Percepciones (Hch_27:9-11, 1Sa_3:8, Luc_5:22).
• Circunstancias (Pro_3.5-6, Sal_37:3, Rom_8:28).
• Paz o falta de paz (Col_3:15).
• El dolor (Job 1 y 2).
• Sus señales y maravillas (Mar_16:20, Hch_2:43, Heb_2:4).
El Señor puede hablarnos de muchas cosas y temas, por ejemplo:
• Instrucciones, enseñanzas, corrección, confrontación (2Ti_3:16-17).
• Las motivaciones más profundas de nuestro corazón (Heb_4:12).
• Exhortación, consolación, edificación (1Co_14:3).
• Darnos testimonio de cosas, situaciones y/o personas (Rom_8:14).
• Guiarnos en direcciones específicas (Rom_8:12).
• Revelarnos cosas ocultas que necesitemos conocer (Jer_33.3, Isa_45:3).
• Ideas creativas (Exo_31:1-6, Pro_8:12, Amo_6:5).
• Estrategias (Luc_14:28-30, Pro_2:11, Pro_21:5).
Al Padre no lo podemos limitar a hablar de una forma específica o determinada. Él nos habla:
• En nuestro espíritu, en nuestros pensamientos y emociones.
• Interior o audiblemente.
• A través de personas, amigos, extraños, pastores, cónyuge, hijos, gente buena o mala.
• A través de la naturaleza y la vida.
• A través de la oración y la meditación, la alabanza y la adoración.
• Y sobre todo, a través de Su Palabra.
Principios para asegurarnos de que es el Padre quién nos habla.
• Nunca contradice Su Palabra (Sal_89:34).
• Nunca nos tentará a pecar (Stg_1:13).
• Nos convence, pero nunca nos condena (Rom_8:1).
• Nos da el poder para hacer Su Voluntad.
• Es confirmada por el pueblo de Dios (2Co_13:1, Pro_11:14, Pro_15.22, Pro_24:6).
• Su Palabra produce paz y orden, no confusión (Fil_4:7, 1Co_14:40, 1Co_14:33).
Una Palabra de Dios puede librarnos instantáneamente de la depresión, librarnos de una adicción desagradable, llenarnos de amor, valor, esperanza, fe, fuerza, transformar al más duro de los pecadores en el más obediente de los seguidores de Él (Jua_8:31-32).
• Oración por la mañana.
• El Padre despertaba su oído cada mañana.
• Si Él no es lo primero en nuestros pensamientos y esfuerzos por la mañana, estará en el último lugar el resto del día (Sal_59:16, Sal_65:8).
• Esperar con expectativa que el Padre nos hable.
• Se levantaba todas las mañanas esperando oírlo.
• Le pedía al Señor que despertara su oído para escuchar.
• Nuestras expectativas enmarcan nuestras experiencias (Mat_9:29).
• Escuchar Su Voz y prepararnos para ser instruídos.
• Adoptaba la postura de un estudiante ansioso y dispuesto a aprender de Su Maestro favorito (2Cr_20:20, Job_34:32, Sal_25:4-5).
• El Padre nos habla para informarnos, educarnos y transformarnos.
• ¿Por qué habría Él de hablarnos si no estamos preparados para escuchar y para aprender?
• Hay una gran diferencia entre oír y escuchar (Mat_11:15, Mat_13:9).
• El problema usualmente es que oímos, pero no escuchamos (Apo_2:11, Apo_2:17, Apo_2:29, etc.).
• Escuchar implica inclinar nuestro oído para prestar atención y así poder recordar el mensaje (Isa_55:3).
• Necesitamos estar dispuestos a permanecer en Su Presencia hasta que Él nos hable.
• Cuando escuchemos Su Voz, obedezcámosle (Luc_11:28, Job_5:27).
• Si no tenemos la disposición de obedecerle (en última instancia, el objetivo fundamental de Su Voz, Jua_10:27), eventualmente dejará de hablarnos.
Otras formas usuales en que Dios puede hablarnos (puede ser en formas infinitas), las más frecuentes:
• Su Voz (1Re_19:12, Jua_10:2-5, Jua_10:27).
• Visiones, imágenes e imágenes mentales (Gen_46:2, Hch_2:17, Hch_11:5, Hch_18:9, Jer_1:11-16).
• Sueños (1Re_3:5, Mat_1:20).
• Ángeles (Gen_31:11, Luc_1:19, Heb_1:4, Heb_13:2).
• Profetas, autoridades, mentores y consejeros (2Cr_20:20, Hch_11:28, Hch_21:10, Pro_11:14, Pro_15.22).
• La creación y la naturaleza (Sal_8:3-6, Rom_1:20).
• Ejemplos comunes e ilustraciones (Hch_21_10:11, Mar_11:12-13, Jer_13:1-11).
• Advertencias internas (Mat_2:22, Heb_11:7, Heb_12:25).
• Percepciones (Hch_27:9-11, 1Sa_3:8, Luc_5:22).
• Circunstancias (Pro_3.5-6, Sal_37:3, Rom_8:28).
• Paz o falta de paz (Col_3:15).
• El dolor (Job 1 y 2).
• Sus señales y maravillas (Mar_16:20, Hch_2:43, Heb_2:4).
El Señor puede hablarnos de muchas cosas y temas, por ejemplo:
• Instrucciones, enseñanzas, corrección, confrontación (2Ti_3:16-17).
• Las motivaciones más profundas de nuestro corazón (Heb_4:12).
• Exhortación, consolación, edificación (1Co_14:3).
• Darnos testimonio de cosas, situaciones y/o personas (Rom_8:14).
• Guiarnos en direcciones específicas (Rom_8:12).
• Revelarnos cosas ocultas que necesitemos conocer (Jer_33.3, Isa_45:3).
• Ideas creativas (Exo_31:1-6, Pro_8:12, Amo_6:5).
• Estrategias (Luc_14:28-30, Pro_2:11, Pro_21:5).
Al Padre no lo podemos limitar a hablar de una forma específica o determinada. Él nos habla:
• En nuestro espíritu, en nuestros pensamientos y emociones.
• Interior o audiblemente.
• A través de personas, amigos, extraños, pastores, cónyuge, hijos, gente buena o mala.
• A través de la naturaleza y la vida.
• A través de la oración y la meditación, la alabanza y la adoración.
• Y sobre todo, a través de Su Palabra.
Principios para asegurarnos de que es el Padre quién nos habla.
• Nunca contradice Su Palabra (Sal_89:34).
• Nunca nos tentará a pecar (Stg_1:13).
• Nos convence, pero nunca nos condena (Rom_8:1).
• Nos da el poder para hacer Su Voluntad.
• Es confirmada por el pueblo de Dios (2Co_13:1, Pro_11:14, Pro_15.22, Pro_24:6).
• Su Palabra produce paz y orden, no confusión (Fil_4:7, 1Co_14:40, 1Co_14:33).
Una Palabra de Dios puede librarnos instantáneamente de la depresión, librarnos de una adicción desagradable, llenarnos de amor, valor, esperanza, fe, fuerza, transformar al más duro de los pecadores en el más obediente de los seguidores de Él (Jua_8:31-32).
11
Mayo
2023