Estudio Bíblico

La oración, escuchando la voz del Padre.

El Padre desea hablar con nosotros y guiarnos en las decisiones más importantes de la vida, de tal manera que escuchar Su Voz tendría que ser una de nuestras necesidades y prioridades diarias.
• Si Él se llama a sí mismo nuestro Padre ¿qué clase de Padre sería si nunca se comunicara con Sus hijos?
• Los que verdaderamente son y viven como hijos del Padre tienen un anhelo constante de escuchar Su voz (Jua_10:27).
• La Biblia, la principal fuente y más segura a través de la cual Dios nos habla (2Pe_1:19).
• Para todos los días (Sal_1:2).
• Para todas las circunstancias de la vida (Sal_119:105, 2Ti_3:16-17).
• Para discernir nuestros pensamientos carnales de los espirituales (Heb_4:12, Gal_6:7-8).
• Un segundo medio importante y constante en el que Dios nos habla es a través de la oración (comunión, comunicación, poner nuestros pensamientos en Él, Fil_4:6-7).
• Su Voz nunca contradice Su Palabra.
• La oración en su forma más esencial e importante es una conversación con el Padre, una conversación de un hijo con su Padre.
• En una conversación, ambas partes se turnan para hablar y escuchar.
• De tal manera que la oración necesita ser un diálogo, no un monólogo; una conversación íntima entre dos personas.
• Y lo que el Padre tiene que decirnos es más importante que lo que nosotros queremos decirle (de hecho Él ya lo sabe aún antes que nosotros se lo digamos, (Sal_139:4, Mat_6:8)

A veces el Padre habla a Sus hijos con una voz fuerte y poderosa, como cuando le habló a Moisés desde la zarza ardiente (Exo_3:4).
Otras veces les habla con un suave susurro como cuando le habló a Elías fuera de la cueva en la que este se había refugiado después de las amenazas de Jezabel (1Re_19:11-12).
• El Dios del fuego, truenos, relámpagos y terremotos es también el Dios del susurro suave.

Si no escuchamos con atención, podemos perdernos Su Voz fácilmente.
• Para escucharle, necesitamos tranquilizar nuestro espíritu y eliminar todo el "ruido" externo e interno (Ecl_9:17, Isa_30:15)

Isa_50:4-5. Cuatro claves para escuchar Su Voz:
• Oración por la mañana.
• El Padre despertaba su oído cada mañana.
• Si Él no es lo primero en nuestros pensamientos y esfuerzos por la mañana, estará en el último lugar el resto del día (Sal_59:16, Sal_65:8).
• Esperar con expectativa que el Padre nos hable.
• Se levantaba todas las mañanas esperando oírlo.
• Le pedía al Señor que despertara su oído para escuchar.
• Nuestras expectativas enmarcan nuestras experiencias (Mat_9:29).
• Escuchar Su Voz y prepararnos para ser instruídos.
• Adoptaba la postura de un estudiante ansioso y dispuesto a aprender de Su Maestro favorito (2Cr_20:20, Job_34:32, Sal_25:4-5).
• El Padre nos habla para informarnos, educarnos y transformarnos.
• ¿Por qué habría Él de hablarnos si no estamos preparados para escuchar y para aprender?
• Hay una gran diferencia entre oír y escuchar (Mat_11:15,, Mat_13:9).
• El problema usualmente es que oímos pero no escuchamos (Apo_2:11, Apo_2:17, Apo_2:29, etc.).
• Escuchar implica inclinar nuestro ído para prestar atención y así poder recordar el mensaje (Isa_55:3).
• Necesitamos estar dispuestos a permanecer en Su Presencia hasta que Él nos hable.
• Cuando escuchemos Su Voz, obedezcámosle (Luc_11:28, Job_5:27).
• Si no tenemos la disposición de obedecerle (en última instancia, el objetivo fundamental de Su Voz, Jua_10:27), eventualmente dejará de hablarnos.

Otras formas usuales en que Dios puede hablarnos (puede ser en formas infinitas), las más frecuentes:
• Su Voz (1Re_19:12, Jua_10:2-5, Jua_10:27).
• Visiones, imágenes e imágenes mentales (Gen_46:2, Hch_2:17, Hch_11:5, Hch_18:9, Jer_1:11-16).
• Sueños (1Re_3:5, Mat_1:20).
• Ángeles (Gen_31:11, Luc_1:19, Heb_1:4, Heb_13:2).
• Profetas, autoridades, mentores y consejeros (2Cr_20:20, Hch_11:28, Hch_21:10, Pro_11:14, Pro_15.22).
• La creación y la naturaleza (Sal_8:3-6, Rom_1:20).
• Ejemplos comunes e ilustraciones (Hch_21_10:11, Mar_11:12-13, Jer_13:1-11).
• Advertencias internas (Mat_2:22, Heb_11:7, Heb_12:25).