Estudio Bíblico

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La oración, la unidad y el avivamiento.




La oración nos une (2Cr_7:14).
• La oración nos une por encima de las diferencias doctrinales y las barreras denominacionales.
• Como la oración nos une, ello implica entonces que la oración sana la división entre Su Pueblo (arrepentimiento de nuestros malos caminos).
• Para obtener el favor y la bendición de Dios en nuestra vida y ministerio, necesitamos dejar de construir nuestros propios reinos, para enfocarnos en el Reino de Dios (Mat_6:33).
• No podemos enfocarnos en construir el Reino de Dios si nos enfocamos en lo que nos diferencia.
• Siempre la unidad se construye a partir de lo que nos une.
• Necesitamos siempre enfocarnos en la unidad con otros creyentes e iglesias porque esa es la voluntad de Dios (Jua_17:21, Sal_133:1-3, Efe_4:11-16).
• Para mantenernos enfocados en la unidad necesitamos renunciar a lo que no es de Dios, a lo que es humano; necesitamos morir a nuestros caminos que nos parecen derechos en nuestra opinión pero cuyo fin es muerte (nos apartan del propósito de Dios, Pro_16:25), y la división (lo malo) en nombre de nuestra "pureza doctrinal" (lo que nos parece derecho en nuestra propia opinión) es uno de esos caminos.
• La división siempre es del diablo, una obra de la carne (Gal_5:19-21).
• El diablo siempre va a tratar de dividirnos; su lema es: "divide y vencerás" (aunque el no puede vencer, pero si puede distraer, neutralizar, desviar la atención de lo importante).
• Solo una iglesia unida puede sanar una nación dividida de acuerdo con lo que nos enseña 2Cr_7:14.
• Una iglesia unificada es el testimonio más creíble al mundo de que Jesús es el Señor (Jua_13:35, (Hch_2:41-47).
• La unidad de la iglesia es un requisito imprescindible para el avivamiento.
• La división es una obra de la carne, la carne implica corrupción, no bendición (Gal_6:7-8).
• Un avivamiento es un retorno apasionado de la Iglesia de Dios a Su Palabra, a la obediencia (y entre ello, sumamente importante por el testimonio que nos da la iglesia de Hechos, a la unidad).
• Entonces, la oración produce unidad, la oración y la unidad producen avivamiento, y la oración, la unidad y el avivamiento producen intimidad con Dios y más oración, más avivamiento y más intimidad (un círculo virtuoso) (Sal_133:1-3).
• No debemos olvidarnos de que lo que os une (un Padre, un Hermano Mayor, Señor y Salvador, un Espíritu Santo, una sola familia, una sola iglesia) es mayor que lo que nos divide y juntos somos más fuertes:
• Uno contra mil, dos contra diez mil (1Sa_18:7, Ecl_4:9-12).

Todo lo que nos relata el Libro de los Hechos es el avivamiento que se desarrolló en la Iglesia Primera.
Lo que el Libro de los Hechos nos revela es que ese avivamiento y despertar espiritual tuvo su origen (y se sostuvo) gracias a tres componentes críticos (que también han estado presentes en los grandes avivamientos posteriores de los que da cuenta la historia):
• La oración.
• La Palabra de Dios.
• Y el Espíritu Santo.

La oración es a menudo la chispa que enciende el avivamiento en una persona, comunidad o iglesia, pero sin la Palabra y el Espíritu Santo es imposible experimentar un cambio de vida sostenido.
• Los primeros apóstoles, después de recibir el Espíritu Santo (Jua_20:22) y el bautismo del Espíritu Santo (Hch_1:8, Hch_2:1-4), se dedicaron a la oración y a la Palabra de Dios por encima de todo (Hch_6:4).

El mayor avivamiento de la historia se produjo al escuchar la Palabra de Dios cuando vino Jesús (un Hombre de oración) y el Padre dijo: "Este es mi hijo amado: escúchenlo.".
• Cuando la oración por el Espíritu acompaña a las Escrituras, se logra una combinación poderosa que puede conducir a un avivamiento personal y colectivo, a un cambio de vida y a una transformación de la sociedad, permanentes como el que ocurrió en la Reforma en 1517.

La oración es el vientre del avivamiento.
• Todos los despertares de la historia nacieron en oración.
• El avivamiento es una obra divinamente iniciada, en la que el pueblo de Dios ora, guiado por el Espíritu Santo se arrepiente de su pecado (Jua_16:8) y vuelve a una relación santa, llena del Espíritu, obediente y de amor para con Dios.

La oración que desemboca en un avivamiento implica la intercesión porque el avivamiento no es solo para un despertar espiritual del pueblo de Dios, es también un renovado impulso para el Evangelismo y para la conversión de más personas.
• Jesús es el mayor intercesor de la historia.
• Ser como Jesús es convertirse en una persona de oración.
• Y ser una persona de oración implica convertirse en un intercesor.

Focos de oración para un avivamiento.
• La unidad de la Iglesia, el Cuerpo de Cristo.
• Un despertar espiritual en cada persona, familia, iglesia, comunidad y en toda la nación.
• Que los no creyentes se conviertan a Cristo.
• Que los creyentes se acerquen mucho más a Cristo y a la obediencia a Su Palabra.


29 Mar 2023