Estudio Bíblico

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Oración continua (2a. parte).



La oración contínua. Pensamiento contínuo en Dios (Fil_4:8, Sal_1:1-3, Jos_1:8).

En 1Ts_5:17 la Palabra nos enseña a orar sin cesar, sin embargo, también en la Biblia aparecen otras cosas que nos aconseja que las hagamos todo el tiempo, en todo momento. Es porque todas ellas son también oración, es decir, comunión e intimidad con el Padre. Entre otras, podemos mencionar:
• Leer, escuchar y meditar la Palabra de Dios.
• Confesión y arrepentimiento.
• Acción de gracias y alabanza.
• Buscar la dirección de Dios en todo asunto.
• Que todo lo que hagamos sea para la gloria de Dios.

Leer, escuchar y meditar la Palabra de Dios.
• Cada uno de nosotros los creyentes fuimos llamados por el Padre para ser personas de la Palabra (Sal_1:1-3, Deu_28:1-2, Jos_1:7-8, 3Jn_1:2).
• Sin embargo, muchos fracasamos en ello no porque sea difícil de entender, aburrida, o nos falte inteligencia o pasión Nuestro problema es que leerla implica trabajo, esfuerzo, disciplina, y muchas veces somos perezosos.
Leer la Biblia requiere:
• Leerla despacio: reflexionar sobre los pasajes que lleemos para entenderlos y entender sus implicaciones en nuestra vida.
• Leerla saturados de oración para iniciar la lectura (Sal_119:18), entenderla y obedecerla (Sal_119:34) y tener intimidad con el Señor a través de ella (Stg_4:5).
• Leerla como si fuera (que en realidad lo es) una carta de amor del Padre para nosotros.
Aunque es una guía de cómo vivir la vida cristiana y caminar por Sus caminos.
• Todas las leyes y mandatos morales de Dios no son reglamentos estrictos de una deidad lejana y legalista que pretende estropearnos la diversion, sino las advertencias de un Padre amoroso que solo quiere lo mejor para nosotros.
• No es principalmente un manual de instrucciones sino una propuesta de matrimonio de un Padre que busca una novia para Su Hijo (Efe_5:25-27, 2Co_11:2).
• Ello cambiará nuestra forma de sentirla, entenderla y de responder a ella.
Implica también escucharla con regularidad.
• Las Escrituras fueron dadas para una sociedad fundamentalmente oral.
• Fueron diseñadas para ser escuchadas, y siempre que fuera posible, en comunidad (1Ti_4:13)(Sal_133:1-3).

Meditar.
• Meditar es pensar profundamente en las cosas espirituales y celestiales (Col_3:2) y en lo que leemos de la Palabra de Dios (Sal_1:2) reflexionando en ello y determinar las formas de aplicarlo en las diversas áreas y actividades de nuestra vida (Stg_1:22).
• Consiste en permitir que la Palabra nos convenza, desafíe, corrija, informe, inspire, confronte, altere nuestra seguridad, socave nuestra complacencia, derribe nuestros patrones de pensamientos y comportamiento y transforme (2Ti_3:16, Jos_1:8, 2Co_10:4-5, Heb_4:12).
• En última instancia, el objetivo de leer la Biblia es ponerla en práctica.
• Dios no busca que estemos de acuerdo con ella, sino que la obedezcamos (Mat_7:21).

Confesión y arrepentimiento.
• Cuando leemos y meditamos la Palabra, reflexionamos sobre nuestra condición espiritual.
• Parte de ello debería ser pedirle a Dios que examine nuestros corazones y nos revele cualquier pecado, incluídos los que están ocultos (Sal_139:23-24).
• Y ello incluye no solo los pecados sino también las malas actitudes y estructuras mentales equivocadas (2Co_10:4-5).
• Y ello para que vayamos delante de Él para confesarlos y pedirle perdón (1Jn_1:9).
• Sin embargo, la confesión está incompleta sin arrepentimiento.
• Todo cambio duradero comienza con el arrepentimiento, esto es, con un cambio en la forma de pensar.
• El verdadero campo de batalla está en la mente.
• Toda acción comienza con un pensamiento, y nada cambiará en nuestras vidas hasta que cambiemos nuestra forma de pensar (Pro_23:7).

Buscar la dirección de Dios en todo asunto relacionado con nuestra vida (Rom_8:14)(Jua_16:13).

Que todo lo que hagamos lo hagamos para la Gloria de Dios (ello requiere mantenernos en comunicación con Él para saber cómo hacerlo (Col_3:23-24).


Mezclarlo todo.
Tanto en lo que se refiere a la oración concentrada como al pensamiento continuo en Dios, no necesitamos ser rutinarios, aunque si disciplinados.
Podemos sentirnos libres de mezclarlo todo.
No tenemos que ceñirnos a una rutina específica.
No tengamos miedo de hacerlo a nuestro estilo (Dios no es legalista, ni rutinario).
Dios sigue respondiendo a la oración (Efe_3:20).
No dejemos de orar

09 Mar 2023
Referencia: Oración.