Estudio Bíblico

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El poder detrás de la oración.



Abrir nuestra mente (no cerrarnos en nuestras tradiciones o paradigmas sino meditar en lo que dice la Palabra).

¿Dónde reside el poder de la oración? ¿En la oración en sí misma o en Aquel a Quién oramos?
• Dios nos da Su poder.
• Dios nos da la instrucción de pedir en la oración.
Pero ello no significa que nos da un cheque en blanco.
• Todo ello nos lo da para que lo usemos conforme a Su Voluntad (1Jn_5:14).

Necesitamos revisar entonces ciertos slogans que usamos que no por populares son bíblicos:
• La oración mueve la mano de Dios.
• Las cosas suceden porque nosotros oramos.

Primero, Dios es Todopoderoso y no necesita de nosotros para hacer nada en el mundo.
• Somos Sus colaboradores, no Sus jefes (1Co_3:9, 2Co_6:1).
• Por lo tanto el poder no reside en lo que nosotros podamos hacer sino en Dios que obra a través de nosotros.
Segundo, Dios no necesita ningún aliciente, ni motivación, ni ningún tipo de combustible para hacer algo.
Él hace lo que soberanamente le place, sin consultarnos a nosotros.
Él hace lo que ha determinado desde un principio; inicia lo que ya ha finalizado, y nada lo hace desistir o cambiar de lo que ha determinado (Isa_46:10).
Tercero, Dios es el que pone en nosotros el querer como el hacer por Su Buena Voluntad (Fil_2:13).
• Lo que pareciera que Dios ha hecho por medio de la oración de alguien, es porque:
○ Primero Dios lo determinó en Sus planes desde antes de la fundación del mundo.
○ Después lo puso en el corazón de una persona que oro.
○ Después, Dios lo ejecutó.
De lo anterior podemos deducir que la oración no alinea a Dios a nuestra voluntad, más bien nos alinea a nosotros a la voluntad de Dios (Luc_22:42).
• Si nosotros pudiéramos mover la mano de Dios hacia nuestra voluntad el mundo sería un caos total (Stg_4:3).
• No tendría sentido que la Escritura diga que Él cumple nuestras peticiones cuando son conforme a Su Voluntad (1Jn_5:14).

En la oración en sí misma no hay poder (Pro_15:8)(Stg_5:16)(1Jn_5:14).
• Si la oración tuviera poder en sí misma, la oración de los impíos también tendría respuesta.
• Si la oración tuviera poder en sí misma, todas nuestras oraciones serían respondidas.
• La eficacia de la oración del justo no está en la oración en sí misma, sino en el poder de Aquel a quién se dirige.

La oración es la vía que nos lleva a la Persona y al lugar del poder (Heb_4:16), que nos pone en contacto con la fuente de la respuesta a nuestras oraciones, para encontrar misericordia y gracia para el oportuno socorro.
El poder está en:
• Aquel a Quién oramos (el Padre).
• En el Nombre de Aquel por Quién oramos (El Hijo, Jesús) (Jua_14:13).
• En la dirección del Espíritu Santo (Rom_8:26).
• Conforme a Su Voluntad (1Jn_5:14).
La oración a la que Dios responde es aquella que nos servirá para el oportuno socorro permanente, no puntual, no egoísta, sino a nuestro mejor interés de cara a la eternidad.
• Stg_4:3-5. Las oraciones egoístas no son respondidas como nosotros pedimos.
• El las va a responder en el sentido de hacer morir nuestro egoísmo (Jua_3:30).

Muchas veces oramos y no tenemos resultados (Stg_4:3-5).
• La oración no puede cambiar las cosas como tampoco las llaves de un automóvil pueden manejar el mismo.
• El poder está en el Padre, en Jesús y en el Espíritu Santo.
• Necesitamos poner nuestra fe en Dios, no en la oración.
○ Poner nuestra fe en la oración es confesión positiva y/o presunción de fe, no fe.
○ Es el poder de Dios el que activa la respuesta a la oración (1Co_1:24, Mat_28:18, Fil_2:9-11).
Aunque la oración no tiene poder en sí misma, Dios es Todopoderoso.

Ni por un segundo tengamos la tentación de pensar que el poder está en nuestra oración.
• Dios no es nuestro mandadero, nuestro siervo, ni nuestro cajero automático.
• Es Dios Soberano, Todopoderoso, y nuestro Padre Omnisciente que conoce lo que es mejor para nosotros.
○ No en el corto plazo terrenal ni para alimentar nuestro ego y/o egoísmo.
○ Sino en función de la eternidad (Jer_29:11) (Pro_4:18).

Por otro lado, muchas veces el Padre obra sin necesidad de nuestras oraciones.
• La sanidad del paralítico de Betesda (ni pidió ser sano, ni tenía fe para ser sano), pero Jesús le sanó.
• La resurrección de Lázaro: ni Marta ni María, y mucho menos Lázaro oraron o tuvieron fe para la resurrección, pero Jesús lo resucitó.

Si la oración no cambia el resultado de las situaciones y/o Dios cambia las situaciones de acuerdo con Su Voluntad, entonces ¿por qué nos molestamos en orar?
Tal como nos lo enseña Jesús en Su oración en el Jardín de Getsemaní, en el Monte de los Olivos, la noche en que fue hecho prisionero:
• Su oración tenía menos que ver con conseguir la respuesta que quería y más con su necesidad de rendirse (Mat_26:39)(1Jn_5:14).
• Cuando oramos no necesitamos enfocarnos tanto en la respuesta sino en Aquel que nos responde.
○ Él ya conoce nuestras verdaderas necesidades y los anhelos de nuestro corazón (Mat_6:8, Sal_37:4).
○ Él las va a suplir (Fil_4:19).
○ Él nos las va a conceder (Sal_37:4).
• Lo que necesitamos es:
○ Deleitarnos en Él,
○ Escucharlo en lo que nos va a enseñar (Jer_33:3),
○ Conocerle más (Jua_17:3),
○ Perseverar en él con toda nuestra mente (pensamientos, emociones, sentimientos, actitudes, motivaciones, deseos, decisiones, agenda, etc.) (Fil_4:6-7) (Rom_12.2).

¿Entonces, está mal pedir?
No, pedir no está mal, de hecho el Señor nos dice que lo hagamos (Mat_7:7); lo malo es exigirle que lo haga como se lo pedimos.
No está mal orar, lo malo es creer que el poder de la respuesta está en la oración que nosotros hacemos y no en Él (apropiarnos del mérito de que las cosas suceden porque nosotros las oramos).

La oración es mucho más que solicitudes y peticiones, búsquedas y respuestas, etc. (que las puede incluir)
• Es un acto de entrega de nuestra voluntad a Dios (Mat_7:21)(Jua_4:34)(Jua_6:38)(Jua_3:30) (Mat_16:24-26)(Mat_6:10).
• Es la forma que Dios usa para que nuestro corazón se vaya alineando a Su Voluntad (Luc_22:42, Rom_12:2).
• Es la forma que Dios usa para bendecirnos pero también para que Su Nombre sea glorificado (Col_3:23-24).

Orar es mucho más que una conversación con Dios, que lo es; es una impartición del corazón de Dios a nuestro corazón; es comunicación pero también comunión, intimidad, enamoramiento (Cnt_1:4)(}Cnt_2:14)(Stg_4:5).
La verdadera oración, nacida del Espíritu, nos mueve a:
• Llorar por las cosas que hacen llorar Dios,
• Amar a las personas que Dios ama,
• Anhelar las cosas que Dios desea,
• Vivir el propósito de Dios para nuestras vidas,
• Caminar en los caminos que Él desea que caminemos.
• Enamorarnos de Él como Él está enamorado de nosotros. etc.
(Luc_22:42)(1Ti_2:1-4)(Jua_4:23-24).

08 Feb 2023
Referencia: Oración.