La venganza.
La venganza es tomar la justicia en nuestras propias manos.
Y ello solo puede derivar de:
• Amargura (Heb_12:15).
• Falta de perdón, resentimiento (Mat_6:14-15)..
La Ley Escrita de Dios, en el Antiguo Testamento especificaba Exo_21:23-25, Lev_24:19-20, Deu_19:21).
Pero también enseñaba (Deu_32:35).
• No era una contradicción.
• Dios había determinado que:
○ La venganza fuera de Él..
○ Que la aplicación de la justicia humana corra a cargo de las autoridades competentes (magistrados) (Rom_13:1-6).
• El propósito de Dios era que la ley fuera una expresión de misericordia.
○ Fue dada a los jueces para que el castigo fuera acorde con el delito.
○ No era una guía para la venganza personal (Exo_21:23-25)(Lev_24:19-20)(Deu_19:21).
○ Estas leyes fueron dadas para limitar la venganza y para que no se implementarán castigos demasiado estrictos ni poco severos.
Sin embargo, en el tiempo de Jesús muchas personas usaban estos pasajes para justificar su venganza contra otros.
De hecho, las personas aún ahora tratan de justificar sus venganzas diciendo "le hice lo que él me hizo a mi".
Cuando una persona nos hace mal, a menudo lo primero que queremos es desquitarnos (la carne).
Pero Jesús nos enseña:
• A devolver el mal con el bien (Rom_12:21).
• A no guardar rencor sino amar y perdonar (Mat_6:14-15).
Ello no es natural, es sobrenatural (espiritual).
Solo podemos hacerlo porque:
• El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo (Rom_5:5).
• El Espíritu Santo, que como Dios es amor, vive en nosotros y nos ayuda en nuestra debilidad:
○ Haciendo morir las obras de la carne (venganza, revancha, rencor, etc.) (Rom_8:13).
○ Ayudándonos en nuestra debilidad (Rom_8:26).
○ "Sacando" a luz el amor en nosotros (Gal_5:22-23).
Nuestra responsabilidad, la voluntad de Dios para nosotros es que amemos a nuestro prójimo.
Y el amor de ninguna manera implica la venganza (1Co_13:4-8).
Más bien el amor nos guía a dejarle a Dios nuestros dolores y sufrimientos y que Él nos sane (Isa_61:1-3) y obre en medio de ellos a nuestro favor, formando el carácter de Cristo en nosotros (Rom_8:28-29).
Por ello:
• No resistan al que es malo (no entrar en contención, lucha, etc.; dejarlo en las manos de Dios, seamos mansos, (Mat_5:5).
• A cualquier que nos hiera en la mejilla derecha, volvámosle también la otra (no significa que lo busquemos).
• Al que quiera ponernos a pleito, no caigamos en su trampa (seamos pacificadores, Mat_5:9).
• Al que quiera quitarnos la túnica, ofrendémosela (Stg_2:15-17; Luc_6:38)
• A cualquiera que nos obligue a algo, bendigámoslo haciendo más allá de lo que nos obliga.
• Al que nos pida démosle (y no solo se refiere a dinero, Luc_6:37-38).
• Al que quiera tomar prestado de nosotros no se lo rehusemos (si tenemos para darle).
¿Difícil? Si, efectivamente es difícil para nuestra carne egoísta.
• Por ello necesitamos negarnos a nuestra carne (Jua_3:30) y que el carácter de Cristo sea formado en nosotros (2Co_3:18).
También para Cristo humanamente hablando fué difícil ir a la Cruz por nosotros, pero lo hizo porque era la Voluntad del Padre y porque el amor así lo requería.
• Igualmente necesitamos hacer nosotros: priorizar la Voluntad de Dios y el amor.
No sucede de la noche a la mañana: es un proceso.
• Pero cuanto más rápido lo iniciemos y lo desarrollemos, más rápidamente vamos a ser bendecidos con justicia, paz y gozo (Rom_14:17).
Y ello solo puede derivar de:
• Amargura (Heb_12:15).
• Falta de perdón, resentimiento (Mat_6:14-15)..
La Ley Escrita de Dios, en el Antiguo Testamento especificaba Exo_21:23-25, Lev_24:19-20, Deu_19:21).
Pero también enseñaba (Deu_32:35).
• No era una contradicción.
• Dios había determinado que:
○ La venganza fuera de Él..
○ Que la aplicación de la justicia humana corra a cargo de las autoridades competentes (magistrados) (Rom_13:1-6).
• El propósito de Dios era que la ley fuera una expresión de misericordia.
○ Fue dada a los jueces para que el castigo fuera acorde con el delito.
○ No era una guía para la venganza personal (Exo_21:23-25)(Lev_24:19-20)(Deu_19:21).
○ Estas leyes fueron dadas para limitar la venganza y para que no se implementarán castigos demasiado estrictos ni poco severos.
Sin embargo, en el tiempo de Jesús muchas personas usaban estos pasajes para justificar su venganza contra otros.
De hecho, las personas aún ahora tratan de justificar sus venganzas diciendo "le hice lo que él me hizo a mi".
Cuando una persona nos hace mal, a menudo lo primero que queremos es desquitarnos (la carne).
Pero Jesús nos enseña:
• A devolver el mal con el bien (Rom_12:21).
• A no guardar rencor sino amar y perdonar (Mat_6:14-15).
Ello no es natural, es sobrenatural (espiritual).
Solo podemos hacerlo porque:
• El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo (Rom_5:5).
• El Espíritu Santo, que como Dios es amor, vive en nosotros y nos ayuda en nuestra debilidad:
○ Haciendo morir las obras de la carne (venganza, revancha, rencor, etc.) (Rom_8:13).
○ Ayudándonos en nuestra debilidad (Rom_8:26).
○ "Sacando" a luz el amor en nosotros (Gal_5:22-23).
Nuestra responsabilidad, la voluntad de Dios para nosotros es que amemos a nuestro prójimo.
Y el amor de ninguna manera implica la venganza (1Co_13:4-8).
Más bien el amor nos guía a dejarle a Dios nuestros dolores y sufrimientos y que Él nos sane (Isa_61:1-3) y obre en medio de ellos a nuestro favor, formando el carácter de Cristo en nosotros (Rom_8:28-29).
Por ello:
• No resistan al que es malo (no entrar en contención, lucha, etc.; dejarlo en las manos de Dios, seamos mansos, (Mat_5:5).
• A cualquier que nos hiera en la mejilla derecha, volvámosle también la otra (no significa que lo busquemos).
• Al que quiera ponernos a pleito, no caigamos en su trampa (seamos pacificadores, Mat_5:9).
• Al que quiera quitarnos la túnica, ofrendémosela (Stg_2:15-17; Luc_6:38)
• A cualquiera que nos obligue a algo, bendigámoslo haciendo más allá de lo que nos obliga.
• Al que nos pida démosle (y no solo se refiere a dinero, Luc_6:37-38).
• Al que quiera tomar prestado de nosotros no se lo rehusemos (si tenemos para darle).
¿Difícil? Si, efectivamente es difícil para nuestra carne egoísta.
• Por ello necesitamos negarnos a nuestra carne (Jua_3:30) y que el carácter de Cristo sea formado en nosotros (2Co_3:18).
También para Cristo humanamente hablando fué difícil ir a la Cruz por nosotros, pero lo hizo porque era la Voluntad del Padre y porque el amor así lo requería.
• Igualmente necesitamos hacer nosotros: priorizar la Voluntad de Dios y el amor.
No sucede de la noche a la mañana: es un proceso.
• Pero cuanto más rápido lo iniciemos y lo desarrollemos, más rápidamente vamos a ser bendecidos con justicia, paz y gozo (Rom_14:17).
05
Dic
2022