Identidad real y falsa identidad (Primer parte).
Identidad real o imagen.
Introducción.
Una buena parte de la salud integral de una persona (espiritual, emocional y física) es la identidad.
Ello equivale a una buena parte de la vida plena, abundante, en Cristo.
Por ello cuando Dios creó al hombre lo creo con una identidad definida (a la imagen y semejanza de Dios) (Gen_1:26-27).
De la identidad emana la aceptación, la seguridad, el valor, la pertenencia, situaciones todas que constituyen una plataforma sobre la cual edificar el cumplimiento del propósito de Dios para nuestras vidas y por lo mismo, la vida plena en Cristo (Gen_1:27-28).
El diablo: robador de identidad.
Cuando la serpiente tentó a Adán y Eva en el Edén, los tentó precisamente haciéndolos dudar de su identidad (Gen_3:5)
Les ofrecía una nueva identidad (si hacían --comer-- serían --como Dios--), una identidad inalcanzable.
Desde entonces para los seres humanos es más importante el hacer que el ser.
• Una falsa identidad que nunca se satisface (siempre habrá otros que hacen mejor y hacen dudar de la identidad propia).
Ha sustituido la busca de su verdadera identidad por una falsa:
• No en lo que es (identidad real: imagen y semejanza de Dios que necesita desarrollar).
• Sino en lo que hace (identidad falsa: imagen, autoimagen, autoestima, etc.).
Desde entonces, los seres humanos buscan su verdadero yo en lo que hacen, no en lo que son.
En el mundo muchos buscan construir su identidad en función de lo que hacen y/o los roles que desarrollan, buscan hacerse de una "imagen":
• Esposos, padres.
• Trabajadores, deportistas.
• "Identidad" de género (un buen ejemplo de fundar su identidad en lo que hacen, no en lo que son).
• Títulos, posiciones, logros, conocimiento, reconocimientos.
• Seguridad económica.
• "Diversión", sexo, licor, adicciones, etc.
Los cristianos no son la excepción: en el servicio en lugar de desarrollar la relación de hijos con Dios y el carácter de Cristo (sin exclusión del servicio como una consecuencia del carácter).
Dios estableción un plan para regresarnos a la identidad en Él: la de hijos.
En el Antiguo Testamento Dios con el pueblo de Israel (Jer_3:4, Jer_3:19-20), pero ellos no la recibieron.
Hoy, con nosotros, la Iglesia (Jua_1_12, Rom_8:14-16).
Sin embargo, muchos, por la confusión en la que vivieron en su vida antes de Cristo:
Les cuesta tomar esa identidad y fundamentan su identidad no en lo que son sino en lo que hacen.
Como generalmente lo que hacen no es perfecto, siempre están "esmerándose" en más (perfeccionismo y/o activismo).
Su identidad siempre está insegura a pesar de ser creyentes.
Ello acarrea muchos conflictos espirituales, emocionales y físicos.
Espirituales: dicen que Dios es Su Padre y que ellos son Sus hijos, pero viven como siervos, en base a títulos, no en base a su identidad (búsqueda de títulos y posiciones en lugar de carácter).
Emocionales: por la inseguridad de su identidad y la frustración de su imperfección, desarrollan stress, angustia, ansiedad, depresión (inseguridad en su salvación, en si Dios los oye, en si Dios los ama, en si Dios los bendecirá).
Físicas: la falta de identidad sumada a los males emocionales puede derivar en problemas físicos.
La imagen se refiere a lo que ven nuestros ojos, lo externo, lo natural, lo temporal.
La identidad se refiere a lo que se es verdaderamente (sin fachadas).
• Pro_23:7.
• Pro_4:23.
• 1Sa_16:7.
El engaño de la realización externa.
Aún el rey más sabio, famoso y rico que ha existido, y creyente, cayó en esa trampa (Ecl_2:1-11).
De ese pasaje podemos deducir que todas las cosas que constituyen la realización de lo externo (1Jn_2:15-17: autocomplacencia, autogratificación, autoexaltación), la imagen, son una mentira, no satisfacen: son
• Vanidad.
• Aflicción de espíritu.
• Sin provecho.
Además todas esas cosas se convierten en nuestros ídolos del corazón (toman el control de nuestras decisiones, tiempo, dinero, energía, etc.).
Los cristianos no estamos inmunes a ello.
Hoy hay muchos creyentes que basan su "identidad" en la imagen:
• Ministros, conocimiento, servicio, agendas llenas, resultados ministeriales, dones, cantidad de seguidores, tamaño de los edificios, posesiones, recursos ministeriales, la imagen que proyectan hacia los demás, reconocimientos, generosidad pública, espiritualidad pública, etc.
○ Mat_6:1-6.
La verdadera identidad, la base del verdadero éxito en Cristo, es nuestra identidad de hijos:
Jua_1:12, Rom_8:15-16,
Y El verdadero éxito en Cristo no se mide por los logros externos, se mide por el desarrollo de esa identidad en nosotros, por el cumplimiento de la voluntad de Dios:
1Pe_1:14-16, Mat_7:21-23.
Introducción.
Una buena parte de la salud integral de una persona (espiritual, emocional y física) es la identidad.
Ello equivale a una buena parte de la vida plena, abundante, en Cristo.
Por ello cuando Dios creó al hombre lo creo con una identidad definida (a la imagen y semejanza de Dios) (Gen_1:26-27).
De la identidad emana la aceptación, la seguridad, el valor, la pertenencia, situaciones todas que constituyen una plataforma sobre la cual edificar el cumplimiento del propósito de Dios para nuestras vidas y por lo mismo, la vida plena en Cristo (Gen_1:27-28).
El diablo: robador de identidad.
Cuando la serpiente tentó a Adán y Eva en el Edén, los tentó precisamente haciéndolos dudar de su identidad (Gen_3:5)
Les ofrecía una nueva identidad (si hacían --comer-- serían --como Dios--), una identidad inalcanzable.
Desde entonces para los seres humanos es más importante el hacer que el ser.
• Una falsa identidad que nunca se satisface (siempre habrá otros que hacen mejor y hacen dudar de la identidad propia).
Ha sustituido la busca de su verdadera identidad por una falsa:
• No en lo que es (identidad real: imagen y semejanza de Dios que necesita desarrollar).
• Sino en lo que hace (identidad falsa: imagen, autoimagen, autoestima, etc.).
Desde entonces, los seres humanos buscan su verdadero yo en lo que hacen, no en lo que son.
En el mundo muchos buscan construir su identidad en función de lo que hacen y/o los roles que desarrollan, buscan hacerse de una "imagen":
• Esposos, padres.
• Trabajadores, deportistas.
• "Identidad" de género (un buen ejemplo de fundar su identidad en lo que hacen, no en lo que son).
• Títulos, posiciones, logros, conocimiento, reconocimientos.
• Seguridad económica.
• "Diversión", sexo, licor, adicciones, etc.
Los cristianos no son la excepción: en el servicio en lugar de desarrollar la relación de hijos con Dios y el carácter de Cristo (sin exclusión del servicio como una consecuencia del carácter).
Dios estableción un plan para regresarnos a la identidad en Él: la de hijos.
En el Antiguo Testamento Dios con el pueblo de Israel (Jer_3:4, Jer_3:19-20), pero ellos no la recibieron.
Hoy, con nosotros, la Iglesia (Jua_1_12, Rom_8:14-16).
Sin embargo, muchos, por la confusión en la que vivieron en su vida antes de Cristo:
Les cuesta tomar esa identidad y fundamentan su identidad no en lo que son sino en lo que hacen.
Como generalmente lo que hacen no es perfecto, siempre están "esmerándose" en más (perfeccionismo y/o activismo).
Su identidad siempre está insegura a pesar de ser creyentes.
Ello acarrea muchos conflictos espirituales, emocionales y físicos.
Espirituales: dicen que Dios es Su Padre y que ellos son Sus hijos, pero viven como siervos, en base a títulos, no en base a su identidad (búsqueda de títulos y posiciones en lugar de carácter).
Emocionales: por la inseguridad de su identidad y la frustración de su imperfección, desarrollan stress, angustia, ansiedad, depresión (inseguridad en su salvación, en si Dios los oye, en si Dios los ama, en si Dios los bendecirá).
Físicas: la falta de identidad sumada a los males emocionales puede derivar en problemas físicos.
La imagen se refiere a lo que ven nuestros ojos, lo externo, lo natural, lo temporal.
La identidad se refiere a lo que se es verdaderamente (sin fachadas).
• Pro_23:7.
• Pro_4:23.
• 1Sa_16:7.
El engaño de la realización externa.
Aún el rey más sabio, famoso y rico que ha existido, y creyente, cayó en esa trampa (Ecl_2:1-11).
De ese pasaje podemos deducir que todas las cosas que constituyen la realización de lo externo (1Jn_2:15-17: autocomplacencia, autogratificación, autoexaltación), la imagen, son una mentira, no satisfacen: son
• Vanidad.
• Aflicción de espíritu.
• Sin provecho.
Además todas esas cosas se convierten en nuestros ídolos del corazón (toman el control de nuestras decisiones, tiempo, dinero, energía, etc.).
Los cristianos no estamos inmunes a ello.
Hoy hay muchos creyentes que basan su "identidad" en la imagen:
• Ministros, conocimiento, servicio, agendas llenas, resultados ministeriales, dones, cantidad de seguidores, tamaño de los edificios, posesiones, recursos ministeriales, la imagen que proyectan hacia los demás, reconocimientos, generosidad pública, espiritualidad pública, etc.
○ Mat_6:1-6.
La verdadera identidad, la base del verdadero éxito en Cristo, es nuestra identidad de hijos:
Jua_1:12, Rom_8:15-16,
Y El verdadero éxito en Cristo no se mide por los logros externos, se mide por el desarrollo de esa identidad en nosotros, por el cumplimiento de la voluntad de Dios:
1Pe_1:14-16, Mat_7:21-23.
11
Oct
2022