Estudio Bíblico

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Cuidando nuestro corazón.



Dejar de luchar contra las personas.
Concentrarnos en la verdadera raíz de todas las situaciones adversas (Efe_6:12)
Y también contra todo pensamiento que nos viene de la carne, del ego, del mundo, del diablo):

Cuando estamos teniendo algún problema con una persona
No debemos poner nuestros ojos en ella, sino en las fuerzas malignas que están empujándola a obrar de esa manera contra nosotros.
Contra esas fuerzas malignas el Señor nos ha dado toda la autoridad.
Por lo tanto al anular esos entes espirituales malignos anularemos su obra en la persona que está contra nosotros.

Las fuerzas del enemigo contra las que nos podemos estar enfrentando pueden ser muy poderosas, pero a favor de nosotros esta Dios, la supereminente grandeza de Su poder para con nosotros (Efe_1:19) y las armas que Él nos ha dado para derrotarlas:

2Co_10:4-5. Las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.
• Lo primero que necesitamos es tener el conocimiento de Dios (no solamente creer en Él sino creerle a Él), el conocimiento de la Palabra.
• Los argumentos que las personas puedan estar esgrimiendo en contra nuestra, se derriban con el conocimiento de lo que Dios en Su Palabra dice de nosotros.
• Sujetar nuestros pensamientos no a lo que está diciendo la persona, sino a lo que Dios dice de nosotros.

Col_2:13-15. El Señor ya perdonó todos nuestros pecados (pasados, presentes y futuros) desde antes de ser salvos, anulando toda acusación, juicio, culpa y condenación, despojando a toda obra de las tinieblas de cualquier derecho sobre nosotros.
Ningún recordatorio de mi pasado debería afectar mi mente o mi corazón.
• Ningún recordatorio de mi pasado debería llevarme a la acusación, el juicio, la culpa y/o la condenación, sino al agradecimiento porque Cristo llevó a la cruz y pagó todas las consecuencias de nuestros pecados, fracasos, errores, malas decisiones, etc.
• En la Cruz, en Cristo, triunfó nuestra justificación, redención, salvación, santificación, etc., sobre cualquier argumento del diablo y de sus huestes de maldad en contra nuestra.

Efe_6:10-19. Fortalecernos en el Señor (en la Palabra y en el conocimiento de Dios) y en el poder de Su Fuerza (el Espíritu Santo) para vestirnos de toda la armadura de Dios para que estemos firmes contra las acechanzas del diablo y resistir en el día malo y habiendo acabado todo, estar firmes.
• La Verdad: la Palabra de Dios.
• La Justicia: la obediencia a la Palabra.
• El Evangelio de la Paz: la paz entre Dios y nosotros, en nosotros mismos y con otros, que sobrepasa todo entendimiento (todo argumento carnal).
• La fe: la cobertura de la Paternidad de Dios incluídos todos Sus atributos.
• La Salvación: la justificación, la redención, la expiación, la santificación, la propiedad per
La Palabra de Dios y toda oración y súplica (cierra nuevamente con la fortaleza en el Señor y en el poder de Su Fuerza (la Palabra y la comunión).

27 Jul 2022