Estudio Bíblico

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La Gran Misericordia de Dios, nuestro Padre (4),



Luc 15:20. Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.
• Cuando ese hijo volvió a su padre no encontró en Él más que amor, misericordia y gozo por la vuelta a casa del hijo pródigo. No hubo reproches, ni reclamos, ni quejas respecto al comportamiento del hijo (a pesar de todos los tipos de afrentas que le había hecho al padre --8 por lo menos--).
• "Cuando aún estaba lejos, lo vió su padre". El padre estaba siempre esperando el regreso del hijo, no se desesperó ni dejó de esperar nunca que él volviera a casa.
• "Fue movido a misericordia": cuando el padre lo vió caminar de regreso, en lugar de reproches, reclamos, quejas o jactancias, lo único que tenía en su corazón es un gran amor hacia su hijo que se tradujo en misericordia.
• "Corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó". En la costumbre judía de ese tiempo, un padre no debía ir a buscar al hijo, y mucho menos correr a encontrarlo. Pero el padre, por el gran amor hacia su hijo, no le importó lo que los demás dijeran del hijo (ni de él), salió a su encuentro a recibirlo --no esperó a que el hijo llegará, lo acompañó en la última parte de su viaje de regreso a casa--) y le manifestó su amor también echándose sobre su cuello (abrazándolo, cobijándolo con su amor para compensar todo el sufrimiento vivido por el hijo) y besándolo (signo de aceptación, de un amor inmutable hacia su hijo).
• Y eso mismo es lo que encontramos en el Padre cuando volvimos a casa:
• Siempre nos estuvo esperando de regreso, sin desesperación y sin decaer en la fe y esperanza de ello (Rom 5:8).
• Sin reproches, sin reclamos, sin quejas, sin jactancia ("te lo dije") a pesar de habernos convertido en lo peor del mundo (1 Cor 1:26-31).
• Con una gran misericordia no solo por nuestro pecado, sino por las consecuencias que tuvimos que vivir por ello (perdón y sanidad del dolor).
• No nos esperó a que llegáramos, El mismo vino a nuestro encuentro por el Espíritu Santo y nos acompañó en el viaje de retorno (volviéndonos en sí, produciendo el arrepentimiento en nosotros, y llevándonos de regreso a casa, impartiendo la fe en nuestros corazones para la salvación por gracia (Efe 2:8-9), dándonos la convicción del Señorío de Cristo en nuestros corazones (Rom 10:8-10, 1 Cor 12:3) y recibiéndonos en Su familia (Jn 1:12, Rom 8:14-16).
○ Rom 5:8. "Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros."
○ 1 Cor 1.26-31. "Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia. Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor."
○ Efe 2:8-9. "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe."
○ Rom 10:8-10. "Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación."
○ 1 Cor 12:3. "Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo."
○ Jn 1:12. "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;"
Rom 8:14-16. "Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios."

22 Mar 2022