La Epístola de Santiago (12). Sant 5:1-9
Sant 5:1-6.
Este es un recordatorio de lo que nos enseña la Palabra en 1 Tim 6:9-10 y 1 Tim 6:17-19, referente a las riquezas injustas.
Estos ricos no son condenados por tener riquezas, sino por la actitud hacia ellas (no eran verdaderos creyentes, podían tener apariencia de piedad, pero negaban con sus hechos esa piedad aparente;su dios real era el dinero):
Codiciosos y/o avaros: acumularon tesoros para los días futuros (no confiaban en Dios para su provisión):
Eran injustos en el trato con sus empleados no pagándoles lo que les correspondía (estafa, fraude, opresión).
Vivían en deleites sobre la tierra y eran disolutos (deseos de los ojos, deseos de la carne).
Condenaban y mataban al justo (aún indirectamente por la pobreza): estaban dispuestos a hacer lo que fuera para mantener su estilo de vida; usaban los tribunales civiles para cometer homicidios jurídicos contra los indefensos.
Sant 5:2-3: riquezas podridas, comidas de polilla, enhomecidas.
Señala la necedad de hacer tesoros en el cielo: nada nos llevaremos de este mundo (sin nada venimos, sin nada nos iremos), aparte de la necedad de acaparar las riquezas que están sujetas a devaluación, robo, fuego y muchas otras formas de pérdida.
Tesoros para los días postreros: significa que acumulaban riquezas como si nunca fueran a morir o Cristo nunca fuera a regresar.
Mat 6:19-21.
Sant 5:4: Señor de los ejércitos: señalan el tamaño de la ofensa contra Dios y la fuerza con la que el juicio de Dios vendrá contra ellos por todos los pecados cometidos.
Sant 5:7-8.
Maranatha.
Para la venida del Señor necesitamos de la paciencia porque no será en el tiempo que nosotros queramos ni tampoco conforme a nuestras necesidades y urgencias (para que sea nuestro salvavidas) y afirmar nuestros corazones en la Palabra y en la comunión con el Señor.
Efe 6:10-13.
2 Ped 3:9.
Es en el tiempo establecido por el Señor desde antes de la fundación del mundo, que no cambia de acuerdo a las circunstancias. Más bien las circunstancias son ordenadas por Dios para el día del cumplimiento de esos tiempos.
Hch 1:7.
Ecle 3.1.
Cuando estamos enfocados en la venida de Cristo (o en nuestra partida para volver a Él) es más fácil poner en la perspectiva correcta nuestra lucha contra todo lo terrenal, carnal, temporal, y enfocarnos en lo eterno, celestial, espiritual.
Si estamos conscientes de la gloria que nos espera, estaremos más motivados para soportar toda tentación y asedio del diablo, el mundo y la carne.
Col 3:1-6. "Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria. Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia,
Afirmar nuestros corazones es un llamado al compromiso firme, resuelto, valiente, en medio de cualquier circunstancia negativa a permanecer en Cristo sabiendo que en Él tenemos la victoria sobre cualquier situación.
Esto nos lleva a tres puntos importantes, como si fuera la conclusión anticipada de la epístola (y de hecho lo es):
Vivir la vida que se nos indica en la epístola puesta nuestra mirada en lo eterno y no en lo terrenal (Sant 5:7).
Poner las riquezas en la perspectiva correcta (Sant 5:1-6).
No quejarnos los unos de los otros (Sant 5:9).
Sant 5:9.
Las quejas.
Los tiempos cercanos a la venida de Cristo no son tiempos para quejas los unos de los otros, a pesar de las circunstancias difíciles que nos pueden venir en contra.
Las quejas de unos a otros nos debilitan en lo persona y en lo corporativo, en un tiempo en lo que necesitamos es todo lo contrario.
Son más bien tiempos de ayudarnos y fortalecernos mutuamente a superar todas las dificultades que encontremos en el camino y estar listos para la venida de Cristo.
Las quejas son la expresión de un corazón dudoso, de un corazón que puede estar entrando en incredulidad, por cuanto es poner en duda la Palabra del Señor y su capacidad de sacarnos victoriosos frente a cualquier situación.
Este es un recordatorio de lo que nos enseña la Palabra en 1 Tim 6:9-10 y 1 Tim 6:17-19, referente a las riquezas injustas.
Estos ricos no son condenados por tener riquezas, sino por la actitud hacia ellas (no eran verdaderos creyentes, podían tener apariencia de piedad, pero negaban con sus hechos esa piedad aparente;su dios real era el dinero):
Codiciosos y/o avaros: acumularon tesoros para los días futuros (no confiaban en Dios para su provisión):
Eran injustos en el trato con sus empleados no pagándoles lo que les correspondía (estafa, fraude, opresión).
Vivían en deleites sobre la tierra y eran disolutos (deseos de los ojos, deseos de la carne).
Condenaban y mataban al justo (aún indirectamente por la pobreza): estaban dispuestos a hacer lo que fuera para mantener su estilo de vida; usaban los tribunales civiles para cometer homicidios jurídicos contra los indefensos.
Sant 5:2-3: riquezas podridas, comidas de polilla, enhomecidas.
Señala la necedad de hacer tesoros en el cielo: nada nos llevaremos de este mundo (sin nada venimos, sin nada nos iremos), aparte de la necedad de acaparar las riquezas que están sujetas a devaluación, robo, fuego y muchas otras formas de pérdida.
Tesoros para los días postreros: significa que acumulaban riquezas como si nunca fueran a morir o Cristo nunca fuera a regresar.
Mat 6:19-21.
Sant 5:4: Señor de los ejércitos: señalan el tamaño de la ofensa contra Dios y la fuerza con la que el juicio de Dios vendrá contra ellos por todos los pecados cometidos.
Sant 5:7-8.
Maranatha.
Para la venida del Señor necesitamos de la paciencia porque no será en el tiempo que nosotros queramos ni tampoco conforme a nuestras necesidades y urgencias (para que sea nuestro salvavidas) y afirmar nuestros corazones en la Palabra y en la comunión con el Señor.
Efe 6:10-13.
2 Ped 3:9.
Es en el tiempo establecido por el Señor desde antes de la fundación del mundo, que no cambia de acuerdo a las circunstancias. Más bien las circunstancias son ordenadas por Dios para el día del cumplimiento de esos tiempos.
Hch 1:7.
Ecle 3.1.
Cuando estamos enfocados en la venida de Cristo (o en nuestra partida para volver a Él) es más fácil poner en la perspectiva correcta nuestra lucha contra todo lo terrenal, carnal, temporal, y enfocarnos en lo eterno, celestial, espiritual.
Si estamos conscientes de la gloria que nos espera, estaremos más motivados para soportar toda tentación y asedio del diablo, el mundo y la carne.
Col 3:1-6. "Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria. Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia,
Afirmar nuestros corazones es un llamado al compromiso firme, resuelto, valiente, en medio de cualquier circunstancia negativa a permanecer en Cristo sabiendo que en Él tenemos la victoria sobre cualquier situación.
Esto nos lleva a tres puntos importantes, como si fuera la conclusión anticipada de la epístola (y de hecho lo es):
Vivir la vida que se nos indica en la epístola puesta nuestra mirada en lo eterno y no en lo terrenal (Sant 5:7).
Poner las riquezas en la perspectiva correcta (Sant 5:1-6).
No quejarnos los unos de los otros (Sant 5:9).
Sant 5:9.
Las quejas.
Los tiempos cercanos a la venida de Cristo no son tiempos para quejas los unos de los otros, a pesar de las circunstancias difíciles que nos pueden venir en contra.
Las quejas de unos a otros nos debilitan en lo persona y en lo corporativo, en un tiempo en lo que necesitamos es todo lo contrario.
Son más bien tiempos de ayudarnos y fortalecernos mutuamente a superar todas las dificultades que encontremos en el camino y estar listos para la venida de Cristo.
Las quejas son la expresión de un corazón dudoso, de un corazón que puede estar entrando en incredulidad, por cuanto es poner en duda la Palabra del Señor y su capacidad de sacarnos victoriosos frente a cualquier situación.
17
Mar
2022