Estudio Bíblico

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Conocer al Padre, la plenitud de la vida



NO ES LO MISMO SER SALVO QUE CONOCER AL PADRE.

Efe 1:15-19.
• (1) Ya eran salvos.
• (2) Pero no conocían al Padre.
• Conocerlo no es lo mismo que ser salvos.
○ La salvación es aparte del perdón de pecados y la vida eterna, la puerta para conocer al Padre.
○ Pero hay un camino que recorrer: Jesús (la Palabra): el camino, la verdad y la vida (Jn 14:6).
○ Sin el conocimiento del Padre no vamos a vivir plenamente:
• (3) La esperanza que tenemos en Él (dudas y falta de seguridad respecto a la eternidad),
• (4) Sus riquezas para con nosotros (la plenitud de sus bendiciones para con nosotros en este tiempo y en la eternidad),
• (5) La plenitud de Su poder (Su obra sanadora, transformadora, liberadora, restauradora, santificadora).

Efe 3:14-19.
• (1) Todo lo que va a pedir a continuación es parte de la relación Padre-hijo, no Dios-creyente.
• (2) La supereminente grandeza de Su poder.
• (3) La Palabra (Cristo es la Palabra encarnada, manifestada, puesta en acción).
• (4) El amor del Padre no lo podemos experimentar con nuestra mente --ancho, largo y alto-- sino que necesitamos que nos sea revelado por el Espíritu y la Palabra.
○ El conocimiento del amor del Padre no viene por el conocimiento racional o mental, sino que es revelado.
○ Nos es revelado por la Palabra (Jesús, Mat 11:27) y por el Espíritu (1 Cor 2:9-16).
• (5) Sin ese conocimiento y experiencia del Amor del Padre hacia nosotros, no vamos a ser llenos de toda la plenitud de Dios, de la vida plena en Él; vamos a vivir por debajo de Su propósito.
○ En la medida en que más conozcamos el amor del Padre vamos a vivir en mayor plenitud.

Mat 11:25-27. "
• (1) no se conocen por la mente racional, se conocen por revelación
• (2) para recibir la revelación debemos ser como niños: dependientes, sin dudas
• (3) el conocimiento del Padre nos lo da el Hijo por Su testimonio y por la Palabra --el Hijo es la Palabra-- y por el Espíritu que nos enseña y revela a Jesús --la Palabra--.

1 Cor 2:9-16.
• (1) (obedecen Su Palabra --la buscan, la conocen-- y tienen intimidad con Él por el Espíritu Santo)
• (2) son reveladas no pensadas, racionalizadas)
• (3) el Espíritu Santo nos ha sido dado para que sepamos, por revelación, lo que Dios nos ha concedido, incluída la relación Padre-hijo que desea desarrollar con nosotros)
• (4) es "racional", "lógico", solo acepta o recibe lo que puede ver y tocar (su espíritu está muerto).
• (5) por ello necesitamos ejercitarnos en la comunión con el Espíritu Santo; es allí donde recibimos el discernimiento, la revelación, espiritual (¿nos estaremos ejercitando cada día en la comunión con el Espíritu?)
• (6) Tenemos la mente de Cristo: ¿la estamos buscando, nos estamos adiestrando para usarla o seguimos siendo mayormente dependientes de nuestros propios pensamientos, sentimientos, decisiones, mente "racional"?

Después de la salvación (perdón de pecados y vida eterna), la revelación más maravillosa que podemos recibir es la del amor del Padre, del amor paternal de Dios.
Cuando tenemos esa revelación entonces:
Verdaderamente nos acercaremos a vivir bajo el Abrigo del Altísimo, a la Sombra del Omnipotente (Sal 91), a habitar en Su Tabernáculo y morar en Su Santo Monte (Sal 15), a vivir en la plenitud del Sal 23.
Vamos a experimentar dimensiones que ni nos imaginábamos del Amor del Padre por nosotros.
Vamos a crecer en santificación y obediencia y por lo tanto a una morada más cercana con el Señor en la eternidad (mucho ama --obedecer es una consecuencia y que nos lleva a la santificación-- al quien mucho se le ha perdonado, Luc 7:47).
Vamos a experimentar una plenitud de vida (amor, gozo, paz, etc.), que no habíamos experimentado antes.

17 Mar 2022