Estudio Bíblico

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Volver al amor del Padre



El Libro de Malaquías es el último libro del Antiguo Testamento y el libro de la preparación para el pueblo de Israel para
recibir a su Mesías: Cristo.
El libro finaliza con estos versículos:
Mal 4:5-6. "He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.

En la primera venida de Cristo, el "Elías" anunciado en el Libro de Malaquías fué Juan el Bautista para preparar al pueblo para recibirlo:
Luc 1:17 "E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para
1) hacer volver los corazones de los padres a los hijos,
2) y de los rebeldes a la prudencia de los justos,
3) para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto."
Mat 11:7-15. Porque éste es de quien está escrito: He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz, El cual preparará tu camino delante de ti. De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él. Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan. Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan. Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir. El que tiene oídos para oír, oiga.

Sin embargo Jesús anuncia que el profeta "Elías" volvería a venir antes de su segunda venida.
Mat 17:11-12. A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las cosas. Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron,

Pedro, en Pentecostés, profetiza acerca de ese tiempo previo de la restauración de todas las cosas (el Reino Milenial),
Hch 3:19-21. Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo.

De todo lo anterior podemos deducir lo siguiente:
El "profeta Elías" (Mal 4:5-6), "el espíritu y el poder de Elías" (Luc 1:17), el "Elías que había de venir" (Mat 17:11-12), es el Espíritu Santo en una manifestación específica de restauración.
Esa manifestación del Espíritu Santo vendrá antes de la segunda venida de Cristo (el tiempo de la restauración de todas las cosas, Hch 3:19-21, el Reino Milenial).
¿Como se manifestará?
Volver el corazón de los padres a los hijos y de los hijos a los padres (Mal 4:5-6).
Hacer volver el corazón de los rebeldes a la prudencia de los justos (salvación y discipulado).
Preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.
¿Dispuesto a qué?
A Jesús (Señor y Salvador).
A volver al Padre (Jesús no vino a revelarse a sí mismo, sino a revelar al Padre).
Jn 14:6-11. "Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto. Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El queme ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras. Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.
Jn 15:15
Jn_5:36
Jn_9:4
Jn_10:25
Jn10:32

El Jesús despojado de toda Su Gloria, el Hijo de David, el Hijo del Hombre, el Cordero que quita el pecado del mundo, que nos muestran los Evangelios en realidad es la manifestación del Padre son uno, iguales pero diferentes personas.
Todo lo que los evangelios nos enseñan que Jesús es, hace, dice, ama, siente, etc., es lo que el Padre es, hace, dice, ama, siente, etc.
Para conocer al Padre, necesitamos conocer y hacerlo equivalente a Jesús de los Evangelios.
Ni el Padre es un viejito barbudo con un mazo en la mano sentado en un trono en el cielo con un gran ojo que nos ve para darnos un mazazo cuando nos equivocamos.
Tampoco es el santa claus bonachón y alcahuete que nos da regalos aunque no le obedezcamos.
Conocer a Jesús de los Evangelios es conocer al Padre, si amamos a Jesús necesitamos amar igualmente al Padre.
Jesús lleno de amor, misericordia, gracia, favor, sabiduría, ternura, etc., lo fué porque el Padre es así.

Jesús, como Hijo de Dios y revestido de Su Gloria es el que nos muestra el Capítulo 1 de Apocalípsis.

17 Mar 2022