Estudio Bíblico

Inicio > Estudio

El rechazo.



EL RECHAZO.

Introducción.
El rechazo es una de las reacciones más comunes que experimentamos los seres humanos:
• Cuando hacemos algo que no nos gusta.
• Cuando otra persona hace algo que no nos gusta.
• Cuando hacemos algo que no le gusta a otra persona.
Aquellos que se sienten rechazados por lo general tiende a rechazar al que los ha rechazado, estableciéndose así un ciclo de heridas y represalias en el corazón de las personas.
Es una consecuencia del ser humano ejerciendo su voluntad propia (egocentrismo), jugando a ser Dios en su propia vida, la vida de otros y aún, frente a Dios.


Definición.
Auto-rechazo: cuando una persona se excluye a sí misma de una relación positiva consigo misma o con Dios por no estar de acuerdo en ciertas actitudes, acciones, decisiones, etc.
Rechazo social: situación en la que una persona es excluida en forma deliberada, o no, de una relación o interacción social por no estar de acuerdo en ciertas actitudes, acciones, decisiones, etc., del grupo o que el grupo no esté de acuerdo con las de la persona rechazada.
Puede ser activo, mediante el acoso, la ridiculización, etc., o pasivo, mediante ignorar a la persona.
La persona rechazada percibe el rechazo de manera subjetiva, y el mismo puede ser un hecho real o puede ser percibido por la persona rechazada aun cuando no está presente (imaginario).


Inevitabilidad del rechazo.
Ciertos niveles de rechazo son inevitables por cuanto vivimos en un mundo de pecado, de egoísmo, donde las personas en una medida hacen y pretenden que los demás hagan las cosas a su manera. Sin embargo, puede convertirse en un problema cuando es prolongado o consistente, cuando la relación es importante para la persona rechazada, o cuando la persona es muy sensible al rechazo.


Consecuencias del rechazo.
La experiencia del rechazo puede producir varias consecuencias adversas: soledad, falta de identidad, desvalorización, agresión, depresión, inseguridad, temor, indecisión, etc.


El ciclo del rechazo (Adán y Eva, Gen 3:7-13; Caín, Gen 4:1-10; Jonás, 1:6-15, 3:10-4:3).
1) Yo pienso o siento que soy rechazado o no amado.
2) Yo decido permitirle a esos pensamientos y/o sentimientos que me controlen.
3) Yo reaccionó rechazándome a mi mismo y/o a otros o buscando aceptación (endiosamiento):
4) Inicia de nuevo el ciclo, que cada vez se va haciendo más de muerte.

Gen 3:7-13. "Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.
Gen 4:1-10. "Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón. Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra. Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante. Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él. Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató. Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano? Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra."
Jonás 1:6-15. "Y el patrón de la nave se le acercó y le dijo: ¿Qué tienes, dormilón? Levántate, y clama a tu Dios; quizá él tendrá compasión de nosotros, y no pereceremos. Y dijeron cada uno a su compañero: Venid y echemos suertes, para que sepamos por causa de quién nos ha venido este mal. Y echaron suertes, y la suerte cayó sobre Jonás. Entonces le dijeron ellos: Decláranos ahora por qué nos ha venido este mal. ¿Qué oficio tienes, y de dónde vienes? ¿Cuál es tu tierra, y de qué pueblo eres? Y él les respondió: Soy hebreo, y temo a Jehová, Dios de los cielos, que hizo el mar y la tierra. Y aquellos hombres temieron sobremanera, y le dijeron: ¿Por qué has hecho esto? Porque ellos sabían que huía de la presencia de Jehová, pues él se lo había declarado. Y le dijeron: ¿Qué haremos contigo para que el mar se nos aquiete? Porque el mar se iba embraveciendo más y más. Él les respondió: Tomadme y echadme al mar, y el mar se os aquietará; porque yo sé que por mi causa ha venido esta gran tempestad sobre vosotros. Y aquellos hombres trabajaron para hacer volver la nave a tierra; mas no pudieron, porque el mar se iba embraveciendo más y más contra ellos. Entonces clamaron a Jehová y dijeron: Te rogamos ahora, Jehová, que no perezcamos nosotros por la vida de este hombre, ni pongas sobre nosotros la sangre inocente; porque tú, Jehová, has hecho como has querido. Y tomaron a Jonás, y lo echaron al mar; y el mar se aquietó de su furor."
Jonás 4:1-3. "Pero Jonás se apesadumbró en extremo, y se enojó. Y oró a Jehová y dijo: Ahora, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me apresuré a huir a Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia,(A) y que te arrepientes del mal. Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida."


Sintiéndonos rechazados.
Jn 12:25. "El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará."
• Estar lleno de auto-compasión, ensimismado, encerrado en si mismo.
• Ser incapaz de expresar sentimientos, aislarse emocionalmente.
• Sentir que la vida no vale la pena, deprimirse fácilmente. Indisciplinado, irresponsable.
• Estar enfocado en sus sentimientos, juzgarse a si mismo continuamente, auto-condenarse, sentirse constantemente culpable.
• Ser perfeccionista, estar lleno de preocupaciones, dudas y temores, tratar arduamente de agradar a los demás, responder solo lo que se considera que otros desean oír.
• Sentir que cada conversación se refiere a uno y tomárselo como algo personal.
• Aferrarse fuertemente a aquellas personas que le manifiestan algún grado de aceptación.


Reaccionando hacia otros en rechazo ("tú me rechazas; yo te rechazo").
Rom 12:17. "No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres."
1 Tes 5:15. "Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, y para con todos."
1 Ped 3:9. "no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición."
• Estar resentido, amargado, desconfiado.
• Rebelarse contra la autoridad, tener sentimientos encontrados de amor y odio.
• Ser incapaz de aceptar o de expresar amor.
• Tener dificultad para tolerar a otros, pasar poco tiempo con otros, proveerles poca dirección (si se es jefe), negarse a comunicarse con otros.
• Reaccionar con hostilidad en forma muy severa, hacer declaraciones abiertas de rechazo, abusar de otros física, sexual, emocional, psicológica y mentalmente.
• Dar aceptación verbal pero con rechazo emocional.
• Hacer demasiadas decisiones por los demás (proteccionista, no confiar en otros).
• Rechazar intensamente a cualquiera que le recuerde a alguien que le ha rechazo.

Heb 12:15. "Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;
Mat 5:11-12. "Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros."
Mat 5:39-42. "Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses."
2 Cor 3:5. "no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios,"


Reaccionando en rechazo hacia Dios.
Job 40:1-9. Además respondió Jehová a Job, y dijo: ¿Es sabiduría contender con el Omnipotente? El que disputa con Dios, responda a esto. Entonces respondió Job a Jehová, y dijo: he aquí que yo soy vil; ¿qué te responderé? Mi mano pongo sobre mi boca. Una vez hablé, mas no responderé; aun dos veces, mas no volveré a hablar. Respondió Jehová a Job desde el torbellino, y dijo: Cíñete ahora como varón tus lomos; yo te preguntaré, y tú me responderás. ¿Invalidarás tú también mi juicio? ¿Me condenarás a mí, para justificarte tú? ¿Tienes tú un brazo como el de Dios? ¿Y truenas con voz como la suya? "
Rom 9:20-21. "Más antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?"
• Resistir a la autoridad de Dios.
• No ser capaz de confiar en Dios.
• Ver a Dios como un tirano.
• Estar enojado con Dios.
• Rechazar a Dios.
• Tener realmente poco compañerismo y/o comunión con Dios.
• No ser capaz de recibir el amor de Dios.


Saliendo del círculo de rechazo.
1) Pensar o sentir que es rechazado o no amado (es inevitable).
2) En lugar de permitirle a esos pensamientos y sentimientos que lo controlen, decide creer que ses: amado, bendito, escogido, sin culpa, adoptado, aceptado, redimido, perdonado
a. Efe 1:3-8. "Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia,
3) Responde amándolos y amando a otros.
a. Jn 13:34-35. "Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros."
b. Hch 7:54-60. "Oyendo estas cosas, se enfurecían en sus corazones, y crujían los dientes contra él. Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios. Entonces ellos, dando grandes voces, se taparon los oídos, y arremetieron a una contra él. Y echándole fuera de la ciudad, le apedrearon; y los testigos pusieron sus ropas a los pies de un joven que se llamaba Saulo. Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió."
c. Luc 6:27-28. "Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian."


Conclusiones.
• El rechazo nos sucede a todos. Aún Cristo fue rechazado (Jn 1:11): "A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron."
• El rechazo puede ser real o supuesto, sutil o directo, hacia nosotros mismos, hacia otros, de otros hacia mí, y hacia Dios (estar enojado contra Dios, discutir las cosas que Dios permite en nuestras vidas, reclamarle a Dios por situaciones que nos pasan, estar inconformes y quejarnos de la vida que nos ha tocado vivir, etc., son formas de rechazar a Dios).
• Un ciclo de rechazo comienza cuando permitimos que los pensamientos y los sentimientos de rechazo nos controlen. La persona que cree que es rechazada y no amada, toma decisiones que refuerzan ese punto de vista. Estas decisiones crean un estilo de vida que atrae más rechazo sobre la persona.
• La única forma de salir de cualquier círculo de rechazo es escogiendo creer lo que soy en Cristo y gobernar nuestros pensamientos y sentimientos mediante el Espíritu Santo.
• No puedo culpar a otros por sus pensamientos y sentimientos pero si soy responsable de mis propios pensamientos y sentimientos.
• Amar mi propia vida es autodestructivo. Las personas que viven en un ciclo de rechazo reaccionan de forma que llegan a estar centradas en sí mismas. También reaccionan rechazando a otros y a Dios mismo.
• Reaccionar rechazando a otros es venganza: "tú me lastimas, yo te lastimo". Y la venganza es contraria a la voluntad de Dios

01 Oct 2019