Estudio Bíblico

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El propósito de Dios para cada persona.



1. Introducción.

Todos los seres humanos, en algún momento de nuestra vida, nos hacemos la pregunta que nos permita encontrarle sentido a nuestra vida: "¿para qué existo?" o ¿para qué vivo?" o "¿Qué sentido tiene mi vida?"
Esta pregunta es derivada de que todos hemos sido creados por Dios para cumplir con un propósito eterno que Él ha determinado, y nos ha dotado de las capacidades, habilidades, dones, etc., necesarios para cumplir con eso:
o Ecle 3:10-11. "Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él. Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin."
Gén 1:26-28. "Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra."
Ese propósito, para su cumplimiento, necesita convertirse en una visión, que nos llevará a un destino en el que le dejaremos a la siguiente generación un legado de bendición a partir del cual ellos avancen más lejos, mucho más lejos de lo que nosotros logramos.

Propósito à Visión à Destino à Legado.

Ese propósito no es determinado por nosotros (aunque debe ser encontrado y asumido como propio por nosotros), y contribuirá grandemente a que nosotros podamos alcanzar la calidad de vida que Dios quiere y diseñó para nosotros (Jn 10:10b, 3 Jn 2). Es la única forma en que vamos a vivir bajo las bendiciones, la protección, la seguridad y la plenitud de Dios, y nuestra vida va a tener sentido y dirección, tal como nos lo enseña la Palabra de Dios:
• Si Dios no edifica la casa --es el cimiento de nuestra vida-- (Sal 127:1-2) cualquier esfuerzo nuestro será vano (igual que la parábola de los dos cimientos --Luc 6:46-49--)
○ Prov 16:25 vrs Sal 23:1, Fil 4:19. Nuestros caminos que conducen a muerte (separación de Dios, infelicidad, frustración, etc.), frente a los caminos de Dios que llevan a bendición.
○ Jer 17:5-6 (idem que Prov 16:25). Confiar en nosotros mismos atrae maldición, mientras que confiar en Dios atrae bendición.
○ Luc 12:34: donde está nuestro corazón, allí estará nuestro corazón
• Rom 11:36: todo es de Dios, por él y para él.
○ Col 3:22-24: hacerlo todo para Su gloria.
○ Heb 11:3: todo lo que hacemos tiene impacto en el mundo espiritual y en el mundo natural.
• Mat 7:21-23: no es lo mismo hacer las cosas con Dios que sin Dios.
• Rom 8:14: si somos hijos de Dios, somos guiados por Su Espíritu y no por nuestras emociones, pensamientos, circunstancias, pareceres, etc., y Él nos guía a lo mejor.
 
 
2. Pensados, planeados, creados y desarrollados por Dios para Su propósito.
 
Efe 2:10: todos los hijos de Dios fuimos creados para buenas obras que Él preparó de antemano.
o De hecho, desde antes de la fundación del mundo (Efe 1:4).
○ Sal 139:13-16: diseñados precisamente para ello: Él nos escogió desde el vientre de nuestra madre, y estaba allí cuando nuestro cuerpo estaba siendo formado, poniendo cada cosa en forma de semilla, que posteriormente íbamos a necesitar para cumplir Su propósito en cada uno de los días de nuestra vida.
○ Hch 17:26: los lugares, los tiempos, las circunstancias y las personas en las cuales y con las cuales nuestra vida ha transcurrido son parte del cumplimiento de ese propósito.
○ Rom 8:28-30: de hecho, todos los acontecimientos de nuestra vida lo son.
○ Jer 29:11, Prov 4:18. En el cumplimiento de ese propósito está nuestra bendición.
○ Mat 6:23: buscar y caminar en Su propósito es buscar Su reino: todo nos vendrá por añadidura.
 
Jer 1:5-10.
o Vrs. 5. Desde antes de nacer (de hecho desde antes de la fundación del mundo),
○ Santificados: apartados, consagrados por Dios.
○ Para Su propósito.
o Vrs. 6. Por supuesto que podremos dar cualquier tipo de excusas, igual que Jeremías, igual que Moisés:
○ No sé, no tengo, no puedo, no soy el indicado,
o Vrs. 7. Dios siempre va a tener la respuesta para nuestra excusa: de hecho Él ya la sabe aún antes de que la digamos, y ya tiene preparada la respuesta y la solución.
o Vrs. 8. Contamos siempre con el respaldo de Él para el cumplimiento de ese propósito.
o Vrs. 9. Él no solo nos llama, también nos equipa.
o Vrs. 10. Después de la aceptación del propósito vendrán las instrucciones específicas (la visión).
 
Jue 9:8-15. La parábola de los árboles y la zarza.
o Cada uno fue creado por un propósito, y su bienestar, placer, realización, plenitud, etc., solo va a encontrarlo en el cumplimiento de ese propósito.
o Además, los demás necesitan que nosotros lo cumplamos para su bienestar también.
o A los ojos de Dios, cuando no estamos cumpliendo nuestro propósito, nos vemos algo así como haciendo el ridículo (como la zarza que siendo un arbusto y con poca hojarasca, pretendía que todos los demás árboles se cobijaran debajo de ella).
 
El propósito de Dios no necesariamente nos va a dar lo que el mundo da
o Luc 12:15 -la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes-; 1 Jn 2:15-17.
o Pero nos va a dar algo mucho mejor: una vida verdaderamente más plena, abundante, satisfactoria aquí en la tierra y una eternidad mucho más cercana con Cristo (Mat 7:21-23), y, mejor aún, un premio especial de parte de Él: Luc 12:37.

16 Sep 2019