Estudio Bíblico

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Módulo 209. Un modelo de cuidado pastoral (la ruta de trabajo).



TEMA No. 5.
LOS FUNDAMENTOS DE LA RUTA DEL CRECIMIENTO.


Fundamentos cruciales.

El modelo de la iglesia que Jesús estableció fue diseñado para llevar el ministerio hasta donde las personas viven, trabajan y respiran (2 Cor 5:18, Rom 8.19-21). No lo circunscribió a una ubicación específica, ampliando su alcance, aún a lugares remotos que de otras maneras no serían alcanzados. La ruta del crecimiento constituye la aplicación práctica de este diseño de la Iglesia.

La Palabra establece claramente que todos los creyentes están capacitados para el ministerio, es decir, evangelizar y discipular (Mat 28.18-20, 2 Cor 5:18, Rom 8:19-21). La ruta de crecimiento provee de los lugares para el entrenamiento práctico de los creyentes para el ministerio.

El diseño de la Iglesia como un cuerpo implica que las relaciones entre los miembros del Cuerpo y el cuerpo son relaciones de largo plazo, consuetudinarias, de cooperación y trabajo en equipo, complementarias y no temporales. La ruta de crecimiento facilita el desarrollo de estas relaciones, a partir de grupos pequeños y de estos entre sí compartiendo en actividades más pequeñas como retiros, centro de equipamiento, reuniones celulares, etc.. Retoma el carácter relacional y ministerial de la Iglesia como un Cuerpo en el que todos sus miembros son parte activa y fundamental en las tareas, alcance y logros.

La Iglesia fue diseñada por Dios para ser más que un lugar de encuentro y reunión: fue diseñada para entrenar a todos los creyentes para el ministerio (Efe 4:11-12). La ruta de crecimiento provee los lugares de ministerio que se requieren para desarrollar la habilidad práctica ministerial de cada creyente.

La evangelización implica que las personas sean salvas pero también que sean discipuladas (Mat 28:18-20, Mar 16:15-18). El discipulado es una relación de largo plazo y se realiza en grupos pequeños. La ruta de trabajo facilita el establecimiento de estas relaciones y grupos.

Los grupos homogéneos son más fuertes que los grupos geográficos. La ruta de crecimiento facilita el desarrollo de esos grupos homogéneos por su nivel de conocimiento y madurez en la Palabra de Dios, y a su vez facilita que los creyentes más maduros ayuden y apoyen a otros creyentes menos maduros a alcanzar su madurez en Cristo, dando de gracia lo que de gracia recibieron (Mat 10:8).

Restauración de la verdadera autoridad apostólica y gubernamental (Hch 3:21). La Iglesia fue establecida por Cristo, el Apóstol de nuestra fe (Heb 3:1), y El estableció apóstoles para que continuaran Su obra (Luc 6:13), y la iglesia se desarrolla sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas (Efe 2:20).

Restauración de la eficacia espiritual del Cuerpo de Cristo en la tierra (paternidad espiritual, (1 Tes 2:5-12, 1 Cor 4:15).
• Al igual que físicamente, un bebé necesita ser acompañado por sus padres para el crecimiento y desarrollo sano, todo creyente necesita ser cuidado, formado, desarrollado, ayudado, acompañando (1 Cor 4:15, Heb 5:12) por un padre espiritual (1 Cor 4:15, 1 Tes 2:5-12) para llegar a alcanzar la plenitud de su potencial en Cristo (Efe 2.10) y la vida abundante (Rom 10.10).

La célula es tan importante como la celebración y ambas deben ser enfatizadas igualmente (Hch 2:42-46, 5:42, 20:20).
• Durante el tiempo de la persecución, cuando las reuniones públicas obviamente no eran posibles, las iglesis celulares (en las casas) fueron la norma (Hch 12:12, Rom 16:3-5, 1 Cor 16:19, Col 4:15, Fil 2).

Todos tenemos el potencial para llegar a ser un facilitador de grupo celular (asistentes pastorales) (Mat 10:8, 2 Cor 1:3-4, 2 Tim 2:2)
• Todos los facilitadores (asistentes pastorales) de grupos celulares pueden ser padres espirituales que pueden discipular y supervisar a otros facilitadores de grupos celulares.

Las personas necesitan ser liberadas de todas las fortalezas y limitaciones en su corazón, establecidas por la religión, para poder servir como obreros en la cosecha (2 Cor 10:3-6, Rom 12:2, Exo 3:1-4:17).

Todo creyente necesita transitar por una ruta clara de crecimiento y entrenamiento para alcanzar todo el potencial y el propósito que Dios ha puesto en él (Mat 4:18-22, Efe 4:11-16, Ose 4:6, Fil 1:6, Prov 4:18).

Debe haber ferviente oración y un compromiso total con Jesucristo.



05 Jul 2012