Estudio Bíblico

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Trabajando (sirviendo) como Dios trabaja



OBJETIVOS DE LA ENSEÑANZA.
Aprender los principios de Dios para el trabajo en cualquier esfera de la vida.
Aplicar los principios de Dios para el trabajo en cualquier esfera de la vida y que nos van a convertir no solo en trabajadores eficaces que hagan todo para la gloria de Dios, sino que como producto adicional, van a abrirnos paso al reconocimiento y al liderazgo en esas esferas.


LA BENDICIÓN DE TRABAJAR ES PARA TODOS.
Desde el principio Dios le dió al hombre y a la mujer un huerto para que cuidaran de él y lo cultivaran.
A su pueblo y a cada uno de nosotros Dios nos ha dado una viña en la cual trabajar: sembrar (la Palabra), cuidar (pastorear) y cosechar (levantar otros ministros).
Cada uno de nosotros debemos velar por los campos de Dios (las personas que todavía no le conocen) y por Su Iglesia (el Cuerpo de Cristo).
Pertenecer al Cuerpo de Cristo implica trabajo: el cuerpo trabaja.
Dios y Jesús hasta ahora trabajan (Jn 5:17): nosotros también.
La Gran Comisión implica trabajo (Mat 28:18-20).
Si Dios, todavía está trabajando (y lo está), nosotros necesitamos trabajar también en la obra de Dios como sus siervos, sus discípulos, sus ministros, hechos a imagen de El, lo que implica trabajo arduo para evangelizar y discipular. Ninguno podemos quedarnos atrás en la tarea. Necesitamos hacer un compromiso con El de amar lo que El ama y hacer lo que El hace.


DIOS TRABAJA EN EQUIPO.
1 Cor 3:9, 2 Cor 6:1: somos co-laboradores de Dios lo que implica que Dios realiza Su obra en sociedad con nosotros.
Por un lado, nosotros necesitamos disponer nuestro corazón para hacerlo (Hch 4:29-31) y por el otro lado, Dios nos da el denuedo para hablar Su Palabra y El extiende Su mano para que se hagan sanidades, señales y prodigios.
1 Cor 12:1-31, Efe 4:11-16, Rom 12:1-18: El espera que trabajemos en equipo con otros, como un Cuerpo, en el que cada miembro asume una función y una tarea específica pero todos con el mismo fin que es le de levantar la cosecha.
1 Ped 4:10: conforme el don que cada uno hemos recibido, hay que ministrarlo a los otros.
1 Cor 3:6: uno planta, otro riega, otro levanta la cosecha pero el crecimiento lo da Dios. De Dios depende el resultado pero nosotros debemos plantar, regar y levantar la cosecha cuando se pueda.
Todos somos importantes para levantar la cosecha y cada uno puede cumplir una función especial dentro del equipo.
Prov 11:30: el que gana almas es sabio.
Si Dios trabaja en equipo, nosotros no podemos hacer menos que ello  ser parte del equipo de alguien y tener un equipo con nosotros.


SOMOS ADMINISTRADORES DE DIOS (1 COR 4:1-2).
Para ser buenos administradores necesitamos desarrollar una buena administración, que de acuerdo con la Palabra implica:
• Planificación.
• Organización.
• Ejecución.
• Supervisión.


DIOS ES PLANIFICADOR (GAL 4:4, EFE 2:10, 1 COR 2:9).
Dios planificó la creación.
El envió a su Hijo cuando vino el cumplimiento de los tiempos.
El ha preparado de antemano las buenas obras en las que debemos andar.
El tiene planes para nosotros (Jer 29:11).
Como somos hechos a Su imagen, nosotros también debemos planificar.


DIOS ES ORGANIZADOR (DEUT 1:9-18, JN 6:1-15, 1 COR 14).
Dios delegó en el hombre y la mujer la administración de la tierra (Gen 2:15).
Mandó a Moisés a organizar al pueblo para llevar la carga de ellos a través de un sistema de jueces en los que delegó el trabajo.
Jesús mando a organizar a todos los que lo oían (5000) en grupos cuando multiplicó los panes y los peces.
Dios es Dios de orden. Como somos hechos a Su imagen nosotros también debemos ser ordenados y organizados.


DIOS ES EJECUTOR (GEN 1).
Dan 11:32: el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará.
2 Tim 2:1-6: para Dios somos como soldados, atletas y labradores  implica ser esforzado.
1 Cro 28:20: David a Salomón  anímate, esfuérzate y pon manos a la obra.
Jos 1:1-9: esfuérzate y se valiente.
Mat 28:19: "id y haced discípulos, enseñándoles..."
Dios es un Dios ejecutor: como somos hechos a Su imagen nosotros también debemos ser buenos ejecutores, animados, esforzados y valientes.


DIOS ES SUPERVISOR (GEN 1).
El Señor arregló cuentas con los siervos a quienes dió los talentos (Mat 25:19).
Premió a os que se habían esforzado y castigó al que no.
Jesús supervisó a los 70 que envió a predicar.
Todos daremos cuentas ante El en Su venida de todo lo que hayamos hecho.
Dios es un Dios supervisor: como somos hechos a Su imagen nosotros también debemos ser buenos supervisores y evaluadores de lo que hacemos para mejorar constantemente los resultados que le den gloria a El (Col 3:23).


PREGUNTAS DE AUTO-EVALUACIÓN.
¿Entiendo y practico el trabajo como una bendición de Dios o como un castigo?.
¿Qué puedo hacer para mejorar la perspectiva de mi trabajo como bendición?
¿Qué puedo hacer para que Dios obtenga mayor gloria en mi trabajo?
¿Tengo las actitudes adecuadas para trabajar en equipo?
¿Qué necesito hacer para desarrollar mejor mis habilidades para trabajar en equipo?
¿Soy un buen administrador de todo lo que Dios me ha dado?
¿Sigo en todas las cosas los pasos del proceso administrativo?
¿Qué necesito hacer para ser un mejor administrador de Dios?
¿En cual de los pasos del proceso administrativo enseñado por Dios tengo mayores dificultades y qué puedo hacer para mejorar en esa área?


31 Mayo 2008